La violencia que es habitual en los monoblocks de Lavallol se recrudeció desde septiembre pasado, cuando los vecinos comenzaron a notar que algunos episodios que antes eran la excepción, ahora se hicieron frecuentes: tiroteos nocturnos, sangrientos ajustes de cuenta y balas que pasan muy cerca. Una amenaza latente. Se sienten, dicen, como en la antigua Rosario, cuando los narcos habían ganado la calle y disputaban los puntos de venta a puro plomo.
Habitantes del lugar, que prefirieron mantener sus identidades en reserva por temor, indicaron a Infobae que el nuevo escenario, presuntamente, está ligado a la llegada de un grupo de personas de nacionalidad colombiana que tendrían como objetivo de ganar el territorio a los narcos peruanos que tenían el control de la venta de droga al menudeo.
Sobre todo, en el sector conocido como “barrio Laberinto”, un reducto lleno de pasillos que puede resultar una trampa perfecta para quienes no conocen la zona.
Habituados a los hechos de violencia e inseguridad ligados a la actividad narco, como a la afluencia de consumidores, los vecinos aseguran estar paralizados por el miedo. No salen de sus casas cuando baja el sol y cada vez son menos los que se animan a llevar a sus hijos a la capilla Nuestra Señora de Itatí, ubicada en el corazón de ambos barrios.

En el templo religioso muchos chicos realizaban catequesis, pero también merendaban y llevaban una vianda a sus casas. En la actualidad, son muy pocos los que se atreven a caminar hasta ese sitio. “Se tienen que cuidar mucho”, indicó una fuente a este medio.
Infobae accedió a videos, que encabezan esta nota, de los disparos cruzados por la noche y el ataque sicario a una mujer. Una constante con la que ahora deben convivir los residentes de la zona, en base a su denuncia.
Las imágenes circularon por diferentes grupos de WhatsApp y generaron una respuesta. Según señalaron, efectivos de Gendarmería estuvieron en la zona por algunos días, pero cuando se retiraron el miedo regresó.
Fuentes de esa fuerza de seguridad negaron, sin embargo, haber sido convocados para tal fin, explicaron que tienen una base en un polideportivo de Lomas de Zamora y, “cada tanto”, realizan patrullajes en Lavallol y sus alrededores.
Los casos que generaron alarma
Los primeros días de septiembre, una mujer fue atacada a balazos por dos hombres, presuntos sicarios narco. El video, que también acompaña esta nota, muestra la crudeza del momento: la víctima aparece junto a los dos agresores, sin conocer todavía las intenciones de ambos, hasta que uno de ellos le pregunta a su cómplice, que graba el momento: “¿Comenzó?“.
“Sí”, responde con determinación el camarógrafo. Enseguida, con su rostro tapado por un cuello y una gorra, el primero de ellos toma un arma del bolsillo de su campera y le dispara a los pies de la mujer, al tiempo que señala: “Esto es de parte del peruano Jesús”.
Al principio, la víctima parece no reaccionar, pero como la agresión no cesa, comienza a correr. Los disparos se intensifican. De acuerdo a fuentes policiales, terminó internada en un hospital con dos heridas de arma de fuego en las piernas.
De acuerdo a Diario Conurbano “Jesús” no era uno más: “(Fue) un narcotraficante muy poderoso hace algunos años en la zona de Llavallol. Ahora se encuentra detenido, con pedido de extradición, en España”.
Días atrás, fue baleada una nena.








