
Un empleado de la Guardia Urbana de la Municipalidad de Córdoba fue imputado por presuntamente haber amenazado a un periodista a través de las redes sociales. Se trata de Santino Hormaeche, de 23 años, quien también es hijo del titular del Ente Municipal de Fiscalización y Control cordobés.
La decisión de imputar al funcionario municipal fue adoptada por el fiscal Juan Pablo Klinger, quien además estableció que el acusado permanezca en libertad bajo estrictas condiciones legales. Entre ellas, le prohibieron acercarse y/o mantener cualquier tipo de comunicación con el denunciante.
La presentación que originó el caso fue presentada por el periodista Lázaro Llorens ante la Justicia de Córdoba, después de que recibiera un mensaje intimidatorio en la sección de comentarios de una publicación en su cuenta de Instagram.
Según la causa, la publicación del comunicador abordaba presuntas irregularidades en las habilitaciones de negocios en la ciudad y hacía referencia a la causa conocida como “Bomberos SA”, instruida por el fiscal Guillermo González. En ese expediente, uno de los principales acusados es el ex subjefe de la Policía provincial, Gustavo Folli, junto a varios bomberos, ingenieros, empresarios y un empleado municipal vinculado al área de control.
En su publicación, Llorens señaló que, como consecuencia de la causa “Bomberos SA”, se creó el Ente Municipal de Fiscalización y Control de Córdoba y expuso presuntas irregularidades en el funcionamiento de dicho organismo. Poco después, recibió un comentario con un tono amenazante. El mensaje fue eliminado poco tiempo después de su publicación.

De acuerdo con la información publicada por La Voz del Interior, el comentario decía: “Tu nena debe ser lo único que te salió bien. Yo te recomiendo no andar inventando de más, porque lo podés pagar muy caro. Te estamos avisando”.
Desde ese entonces, la investigación quedó a cargo del fiscal Klinger, quien ordenó la intervención de personal judicial para realizar peritajes y recabar pruebas. Estas diligencias incluyeron un allanamiento domiciliario y el secuestro de teléfonos celulares.
Por medio del análisis de los dispositivos, los investigadores hallaron pruebas incontrastables que vincularían a Hormaeche con el mensaje amenazante. A partir de esto, se descubrió otro dato relevante para la causa es el parentesco del imputado, ya que se trata del hijo de Pablo Hormaeche, titular del Ente Municipal de Fiscalización y Control de Córdoba.
En este sentido, las autoridades subrayaron que esta relación familiar no pasa inadvertida en el desarrollo de la investigación. Uno de los justificativos apuntaría a la mención que el periodista realizó al organismo que se encuentra a cargo de su padre.
Por este motivo, el fiscal Klinger dispuso que el acusado no se acerque al denunciante ni mantenga ningún tipo de comunicación con él. En caso de incumplir esta medida de restricción, se ordenará su detención. Hasta el momento, no se ha conocido la versión exculpatoria de Hormaeche ni la de sus abogados.
Además, trascendió que el joven fue indagado, negó los hechos y optó por abstenerse de declarar durante la audiencia de imputación. Desde la Justicia se informó que el empleado municipal fue imputado por presuntas amenazas calificadas, dado que habrían sido emitidas de manera anónima. Sin embargo, la causa continúa su curso.
Un agente de la Guardia Local de Río Tercero fue hospitalizado luego de que intentara frenar una pelea
La violencia desatada en una disputa familiar en el barrio Cerino de Río Tercero dejó a un agente de la Guardia Local con una fisura en el pómulo, apenas semanas después de que este cuerpo de seguridad comenzara a operar en la ciudad cordobesa.

El hecho ocurrió en la mañana del viernes 28 de noviembre, cuando un llamado de emergencia movilizó a las autoridades hacia el cruce de las calles José Ingenieros y O’Higgins, tras la alarma de varios vecinos por una pelea entre dos hermanos.
De acuerdo con la información publicada por El Doce.tv, la confrontación se inició poco después de las 06:00 horas, cuando residentes advirtieron que el menor de los hermanos, de 18 años, mantenía sometido al mayor, de 20, sujetándolo del cuello contra el suelo.
La llegada del agente de la Guardia Local logró interrumpir la pelea de manera momentánea, pero la situación se tornó aún más peligrosa cuando el joven de dieciocho años extrajo un arma blanca y se lanzó contra el efectivo. El acusado logró tirarlo a piso, en donde le propinó patadas en la cabeza y el cuerpo.
En ese momento, una pareja del barrio intentó intervenir para detener la agresión, pero también fue atacada por el joven. Por este motivo, un patrullero tuvo que presentarse en el lugar, para frenar el ataque y detener al agresor. Así, el agente herido fue trasladado de inmediato al Hospital Provincial, donde quedó internado.








