
La investigación del asesinato de cuatro mujeres en un PH de la calle 28 entre 41 y 42, ocurrido en La Plata, entre la noche del 27 de noviembre de 2011 y la madrugada siguiente, sigue sumando capítulos en los tribunales a más de una década del atroz crimen: dos testigos centrales serán juzgados por falso testimonio.
El principal acusado en aquel momento fue Osvaldo “Alito” Martínez, pareja de una de las víctimas, quien fue arrestado rápidamente bajo sospecha e imputado por el fiscal de instrucción, Álvaro Garganta, de la UFI N°11.
Tras una alta exposición pública y seis meses de prisión preventiva, en 2014 el Tribunal Oral N° III lo absolvió por unanimidad. En ese fallo, Javier “La Hiena” Quiroga fue condenado como autor de los crímenes y, desde entonces, permanece detenido.
La sentencia absolutoria de Martínez fue luego ratificada sin objeciones por el tribunal de Casación y la Corte Suprema Bonaerense, cerrando el proceso inicial sobre su implicación. Sin embargo, la situación no terminó ahí, puesto que el Tribunal remitió los antecedentes para que se investigara el eventual falso testimonio de quienes lo habían colocado en la escena del crimen.
En la etapa inicial de la investigación, Marcelo Tagliaferro fue un testigo clave. Al principio, dijo haber llevado a Marisol Pereyra —una de las víctimas— hasta el lugar del hecho y observó a “un hombre de entre 20 y 40 años, torso desnudo”, recibiéndola, aunque inicialmente expresó que no podía identificarlo. Horas después, tras ver a Martínez en medios de comunicación, modificó su relato y aseguró reconocerlo como el individuo que vio esa noche.
El testimonio de Tagliaferro cobró todavía mayor relevancia cuando se presentó voluntariamente en la Fiscalía, acompañado por el abogado Fernando Burlando, quien además lo inscribió al ofrecimiento de una recompensa de 300 mil pesos por información vinculada al caso. Este oficializó su reclamo, presentando un escrito avalado por el fiscal Álvaro Garganta.
Paralelamente, Patricia Godoy, otra de las testigos citadas en la instrucción a cargo de la fiscal Ana Medina, sostuvo que vio a Martínez llegar a su casa en Melchor Romero esa madrugada, sin camisa, bajando de un automóvil Fiat Uno blanco. Para la Fiscalía, el relato de Godoy reforzaba la línea acusatoria contra “Alito”.
Martínez, desde el inicio, negó haber salido de su vivienda la noche de los asesinatos y declaró que se encontraba viendo la película “Agente Salt”, de Angelina Jolie, manteniéndose en contacto por mensajes con su pareja Bárbara Santos, una de las víctimas. En la escena del crimen, según se probó en el fallo absolutorio, no se hallaron rastros de Martínez ni evidencias que lo vincularan.

El fallo emitido en 2014 por los jueces Santiago Paolini, Andrés Vitali y Ernesto Domenech concluyó que no existían elementos que justificaran la acusación a Martínez y ordenó investigar a Tagliaferro y Godoy por falso testimonio agravado, figura penada con hasta 10 años de prisión.
El Tribunal Oral en lo Criminal N° IV de La Plata estará a cargo del juzgamiento, con el fiscal Mariano Sibuet en la acusación y la defensa representada por el abogado Gonzalo Escaray.
Martínez, actualmente particular damnificado, está representado por los abogados Sebastián Chouela y Belén Chapur. La primera audiencia será este lunes a las 10 de la mañana en el edificio del Fuero Penal platense.
Con este nuevo proceso, la defensa de Alito Martínez busca sentar un precedente sobre la responsabilidad de quienes —sostiene— contribuyeron a que un inocente fuera acusado y privado de la libertad mientras el verdadero responsable permanecía prófugo. La expectativa está puesta en que, después de catorce años, la Justicia determine si existió manipulación o falsedad en los relatos clave presentados durante la instrucción.








