
El ministro de Economía y El equipo económico del gobierno aprovechó su gira por España para abrir una nueva fase de captación de inversiones, con foco en energía, infraestructura tecnológica y la instalación de data centers de escala global.Finanzas (MEF), Gabriel Oddone, remarcó que Uruguay llega a esta negociación “con estabilidad macroeconómica, reformas en marcha y una estrategia clara de desdolarización” y aseguró que el país “está preparado para atraer capitales europeos de largo plazo”.
La visita incluyó reuniones con empresas, bancos y fondos de inversión, en un escenario donde España mantiene un rol decisivo: es el mayor inversor extranjero en Uruguay, con más de 7.000 millones de dólares de stock de inversión y más de 100 firmas activas en sectores clave como energía, finanzas, infraestructura, telecomunicaciones y servicios corporativos. La delegación uruguaya entiende que esa base es una plataforma para escalar nuevos proyectos y abrir oportunidades en segmentos hoy dominados por actores estadounidenses y asiáticos.
Desde el gobierno explicaron que uno de los principales atractivos para las empresas europeas es la agenda de transición energética, que incluye movilidad eléctrica, infraestructura de redes inteligentes y producción renovable de próxima generación. En paralelo, Uruguay presentó su hoja de ruta para atraer data centers, un sector donde Google ya desarrolla un proyecto en el país y donde tres empresas europeas adicionales manifestaron interés.
Un marco político que busca dar garantías a los inversores
La estrategia también se apoya en la reciente firma del acuerdo Alianza para el Desarrollo Sostenible Uruguay–España 2025-2030, un documento que jerarquiza la relación bilateral y formaliza la cooperación económica, tecnológica y laboral entre ambos países durante los próximos cinco años. El entendimiento prevé proyectos conjuntos en innovación, digitalización, movilidad urbana, energías limpias y desarrollo territorial.
El MEF considera que España puede funcionar como un hub de entrada para capital europeo hacia el Mercosur, sobre todo en un contexto en el que Madrid insiste en reactivar la negociación del acuerdo Mercosur–UE. Para Uruguay, esa articulación permitiría profundizar su estrategia de integración a cadenas globales de valor y generar empleo en áreas de alto contenido tecnológico.
El caso Cardama sigue en la agenda
La delegación uruguaya también trasladó a las autoridades españolas el estado de revisión jurídica del contrato con el astillero español, Cardama por la construcción de dos buques para la Armada. Oddone dijo en Madrid que existe una investigación administrativa en curso que evalúa la viabilidad del proceso y la adecuación contractual, pero que el objetivo del gobierno es “encontrar una solución que respete tiempos y compromisos de ambas partes”.
En lo macroeconómico, el Poder Ejecutivo proyecta un crecimiento promedio de 2,6% anual para los próximos cinco años, en línea con la estabilización regional y la recuperación gradual de los sectores transables. Además, mantiene su meta de inflación en 4,5%, con el Banco Central del Uruguay (BCU) dispuesto a continuar el proceso de desdolarización para que el peso gane influencia en la fijación de precios y en la transmisión de la política monetaria.
La hoja de ruta en Europa cierra con señales alineadas: fortalecer la confianza de inversionistas, profundizar la cooperación con España, el socio europeo más grande y estable en Uruguay, y posicionar al país como un destino competitivo para proyectos tecnológicos y energéticos en la región.








