
El sexto informe anual de la Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres (UFEM) reveló que, en la ciudad de Buenos Aires, más del 50 por ciento de los homicidios de mujeres cometidos con violencia de género que derivaron en una condena judicial fueron calificados como femicidios. El informe se presentó en vísperas del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, que se conmemora cada 25 de noviembre.
Los datos, difundidos este lunes a través del portal Fiscales.gob.ar, corresponden al seguimiento realizado entre 2015 y 2024 por el organismo encabezado por la fiscal Mariela Labozzetta.
Según indica el documento, UFEM analizó 192 causas judiciales en las que se investigaron 199 homicidios de mujeres en CABA a lo largo de una década. En el 62% de esos casos se contabilizaron indicadores preestablecidos de violencia de género, por lo que fueron clasificados desde un inicio como femicidios. De todas las causas, el 55% alcanzó sentencia en primera instancia.

En relación con los fallos, 96 causas concluyeron con condena y 10 con absoluciones. De ellas, el 53% de los hechos reconocidos por UFEM originalmente como femicidio obtuvieron en la sentencia la agravante específica por violencia de género. Además, en 11 sentencias se aplicó el agravante por vínculo, sin incluir la motivación de género, mientras que 10 hechos se calificaron como homicidios simples.
El registro sistematizado de la UFEM incluyó femicidios y transfemicidios, como así también otros homicidios dolosos de mujeres.
El informe permite dimensionar la respuesta judicial frente a la expresión más extrema de las violencias. Además, el relevamiento arrojó que en el 88% de las causas el o la autora fue identificada, cifra superior en los femicidios (95%) que en homicidios de mujeres sin componentes de género (76%).

En cuanto a los plazos procesales, el proceso judicial demoró en promedio nueve meses entre el hecho y la elevación a juicio, y poco más de dos años hasta la sentencia de primera instancia.
Según informaron, el 84% de las sentencias fue apelado ante la Cámara Nacional de Casación Penal, lo que amplió los tiempos hasta un promedio de siete años en los procesos recorridos hasta la Corte Suprema.
Respecto de las penas, el 63% de los condenados por homicidios dolosos de mujeres en la ciudad recibió prisión perpetua.
Las agravantes más reiteradas hicieron referencia al vínculo entre agresor y víctima, la violencia de género, el propósito de encubrir otro delito, la alevosía o el uso de arma de fuego.

En el estudio, UFEM contempló casos de víctimas cis y trans género. Entre 2015 y 2024, se registraron 123 muertes de mujeres bajo la tipificación de femicidio, con un porcentaje de sentencias condenatorias que resultó superior al de los homicidios sin componente de género.
El trabajo destaca la relevancia de contar con datos sostenidos a lo largo del tiempo para analizar el alcance del fenómeno y evaluar la eficacia de las políticas judiciales.
La fiscalía subrayó la importancia de este seguimiento para futuras recomendaciones institucionales y la promoción de medidas de prevención.
Tres de cada diez mujeres no reconocen espontáneamente las agresiones que sufren
En 2024 se produjeron 283 femicidios en la Argentina. En 2023, la forma más extrema de la violencia de género produjo la muerte de 307 mujeres. Durante esos dos años, 759 hijas e hijos perdieron a sus madres porque fueron asesinadas en medio de un crimen de odio por ser mujeres. Las estadísticas son de La Casa del Encuentro, una organización que desde hace casi veinte años lucha para erradicar estas formas de la violencia. En el país se produce un femicidio cada 29 horas.
Así lo demuestra la primera edición del Índice de Concientización sobre Violencia hacia las Mujeres que elaboró la Fundación Instituto Natura y Avon, que se elaboró a partir de encuestas a 1.612 personas de más de 18 años entre junio y julio de este año. Se trata de una investigación a la que accedió Infobae que, instrumentada por la consultora de opinión pública Quiddity, se repetirá periódicamente para medir la evolución de determinados indicadores. El estudio es regional: se lleva a cabo también en Brasil, Perú, Chile, Colombia y México.

Las encuestas revelaron que sólo el 27% de los argentinos se atribuyen a sí mismos niveles altos y muy altos de concientización sobre la violencia contra las mujeres. Con los datos desagregados, la brecha de género se hace notar respecto de estas variables. Cuatro de cada diez mujeres creen tener un nivel alto o muy alto de conocimiento sobre el tema, mientras que los varones que se ven a sí mismos con ese mismo nivel de información sobre la violencia de género son sólo el 16,2% del total.
A la vez, la proporción de varones que dicen saber poco o muy poco sobre el tema triplica a la proporción de mujeres que se identifican con ese mismo nivel de conocimiento. Aunque queda por delante un largo camino para que la concientización sea más profunda en la población en general, la diferencia entre varones y mujeres es parte del problema.
La erradicación de la violencia de género depende de que la mayor cantidad de personas sepan cómo escuchar y acompañar a una víctima, a qué vías de denuncia y ayuda se puede recurrir, y qué acciones y actitudes se deben evitar para no reproducirla.








