
La presencia de alacranes en Gualeguaychú generó inquietud entre los habitantes de la zona del corsódromo, luego de que ayer un niño de cuatro años sufriera una picadura mientras se bañaba en su domicilio ubicado en la intersección de Avenida Del Valle y Rocamora.
Según detalló el medio local UNO, el incidente ocurrió cuando el arácnido ingresó al baño a través de la rejilla, lo que provocó alarma en la comunidad y motivó a los vecinos a denunciar la aparición de estos animales.
El padre del menor relató a Radio Máxima que la reacción fue inmediata: “Pudimos ir enseguida al Hospital y evitamos que pase a mayores. Fue impresionante la atención, le hicieron un control de seis horas y lo tuvieron en observación otras cuatro horas”. Gracias a la rápida asistencia médica, el niño no sufrió consecuencias graves.
La preocupación se intensificó al descubrir, tras una desinfección en la vivienda afectada, la presencia de doce ejemplares de alacranes. Según testimonios recogidos por Radio Máxima, en toda la zona se contabilizaron más de sesenta arácnidos, tanto dentro de las casas como en los alrededores. Además, otros dos residentes también fueron atacados en sus domicilios.
Las especies identificadas corresponden a Tityus trivittatus, un tipo de alacrán considerado de alta peligrosidad. Estos arácnidos suelen aparecer con mayor frecuencia durante la noche y en días de altas temperaturas, lo que incrementa el riesgo de encuentros con personas.
Vecinos informaron la situación a la Municipalidad de Gualeguaychú y explicaron que los alacranes detectados “son cloacales y pluviales y comen cucarachas, grillos y arañas”. Ante este escenario, las autoridades reiteraron las recomendaciones para mantener alejados a estos arácnidos, subrayando la importancia de extremar las medidas de prevención en los hogares.
El martes pasado, un niño de diez años sufrió la picadura de un alacrán en su casa del barrio Comercial, en Córdoba, y fue internado en la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital de Niños de Córdoba. El incidente ocurrió mientras el menor se encontraba en su domicilio. Al llegar al hospital, el equipo médico resolvió su ingreso a terapia intensiva y la colocación de asistencia respiratoria debido a la gravedad del cuadro y un pronóstico reservado.
Según relató la madre, minutos después del episodio, el niño presentó enrojecimiento en la piel, picazón intensa y ardor, lo que motivó el traslado urgente al centro de salud. “Se puso todo rojo, le picaba mucho y le ardía”, señaló en diálogo con SRT Media. El equipo de salud actuó rápidamente, pero la situación exigió atención en un hospital de mayor complejidad.
Qué es el alacrán Tityus trivittatus
El contacto entre el ser humano y los escorpiones en entornos urbanos de Argentina propició la aparición de cuadros clínicos de envenenamiento, conocidos en el ámbito médico como escorpionismo. Esta condición se produce tras la picadura y la inoculación de veneno por parte de diversas especies de estos arácnidos, aunque solo una, Tityus trivittatus, es asociada hasta el momento con accidentes graves y muertes en personas.
Según informa el gobierno argentino, la presencia de Tityus trivittatus se extiende ampliamente por el territorio argentino, con una marcada preferencia por hábitats urbanos. Este escorpión suele instalarse en espacios subterráneos, sótanos, cañerías, túneles y oquedades en paredes, lugares que le ofrecen alimento sin competencia significativa y lo resguardan de predadores, salvo el ser humano. Esta proximidad facilita el contacto accidental y, en consecuencia, el riesgo de envenenamiento.
En las provincias del norte del país, existen otras especies como Tityus bahiensis y Tityus confluens, cuyo veneno también puede provocar intoxicaciones en humanos. No obstante, la incidencia epidemiológica de estos casos es considerablemente menor en comparación con la provocada por Tityus trivittatus. Por otro lado, en las zonas periféricas de grandes ciudades, es frecuente hallar ejemplares de Bothriurus bonariensis, perteneciente a la familia Bothriuridae. Aunque su hallazgo es habitual en regiones como el conurbano bonaerense, esta especie no representa ningún riesgo sanitario y suele encontrarse en jardines, especialmente durante los meses cálidos.

El síntoma más característico tras la picadura de Tityus trivittatus es un dolor agudo e intenso en el sitio de la lesión, que aparece de inmediato tras la inyección del veneno. En muchos casos, el envenenamiento se limita a la zona afectada, donde el dolor puede irradiar hacia el tronco con el paso del tiempo, pero sin causar daño tisular, independientemente del tiempo transcurrido desde la picadura. En estas circunstancias, la vida de la persona afectada no corre peligro.
Sin embargo, cuando el veneno se distribuye de manera generalizada, el cuadro clínico se complica. Además del dolor local, pueden presentarse manifestaciones que afectan el sistema nervioso autónomo y otros tejidos. Entre los síntomas se incluyen taquicardia, dificultad respiratoria, opresión precordial, salivación, lagrimeo y temblores. En los casos más graves, es posible observar vómitos, diarreas y alteraciones electrocardiográficas.
La identificación precisa de la especie involucrada y la evaluación de la gravedad del cuadro resultan fundamentales para el manejo adecuado del escorpionismo en Argentina.
Qué hacer ante la picadura de un alacrán
Según las recomendaciones, ante una picadura se sugiere mantener la calma y actuar con rapidez. Entre las medidas indicadas figuran:
- Limpiar la herida con agua y jabón
- Aplicar frío mediante una compresa o hielo envuelto en un paño durante 10 minutos
- Evitar remedios caseros como cortar, succionar o quemar la lesión
- Buscar atención médica inmediata si aparecen síntomas como dificultad para respirar, dolor intenso, mareo, vómitos o convulsiones
Además, se recomienda —si es seguro— observar el alacrán para describir su color y tamaño al personal sanitario sin transportar el animal. Finalmente, los médicos podrán administrar analgésicos y, si corresponde, el antídoto especializado.








