La actividad industrial en octubre cayó 5,3 por ciento en forma interanual y en el acumulado de diez meses el nivel es similar al del mismo período de 2024. Los datos corresponden al Índice de Producción Industrial (IPI) de FIEL que se anticipan a las cifras oficiales del Indec, que llegan hasta septiembre y acumulan tres meses de variación interanual negativa. Toda una gráfica de una crisis en el sector. Las ramas más comprometidas son las de químicos y plásticos; pasta y papel; cigarrillos y metalmecánica.
Los datos oficiales de Indec mostraron un deterioro de la actividad en el tercer trimestre del año respecto de igual período de 2024: un año que terminó con una contracción del 9,5 por ciento, de modo que la comparación contra 2025 debería reflejar un efecto estadístico favorable pero no es así. La industria se hunde todavía más que el año pasado, la evolución en algunos sectores de la actividad es crítica.
Días atrás, este diario publicó el informe sectorial de la cadena textil y también la situación de coyuntura de la industria metalúrgica: ambas operando con un nivel de utilización de la capacidad instalada en el orden del 40 por ciento, es decir en niveles similares al 2020 pandémico. Seis de cada diez máquinas están paradas. Tanto el informe de la Fundación Protejer como de la Asociación de la Industria Metalúrgica Argentina (Adimra) dan cuenta de un crecimiento exorbitante de las importaciones: 89 por ciento medidas en toneladas en el sector textil y 70 por ciento en la metalúrgica. Se importa y no se produce, se apagan las máquinas.
En cuanto a la composición sectorial del IPI de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas, “en el mes, el mejor registro de actividad lo volvió a mostrar el sector de los minerales no metálicos”, precisó. En contraste, la industria automotriz registró una contracción por cuarto mes consecutivo en la producción de automóviles, y el sector metalmecánico encadenó tres meses de caída en comparación con el año anterior.
En cuanto al desempeño acumulado durante los primeros diez meses del año, la producción de minerales no metálicos continúa liderando con una mejora del 7 por ciento. Le siguen la producción de alimentos y bebidas con 3,4 por ciento; el sector automotriz con 2,7 por ciento y la refinación de petróleo con 2,6 por ciento. Guarismos por demás de modestos teniendo en cuenta la comparación contra un año de contracción de la actividad como fue el 2024.
Las ramas que registraron una caída interanual en los primeros diez meses según la medición de FIEL son la producción metalmecánica (es decir la fabricación de maquinaria, equipos, bienes de capital y metalmecánica liviana) que se contrajo 2,8 por ciento; los despachos de cigarrillos que cayeron 3,3 por ciento; la producción de papel y celulosa con un deterioro del 5,1 por ciento y la de insumos químicos y plásticos que mermó 8,8 por ciento.
Tendencia de negocios
El jueves Indec publicó el Indicador de la Confianza Empresarial (ICE) que anotó para octubre un valor negativo del 22,8 por ciento y marca una tendencia a la caída desde mayo de este año. La disposición en los sectores productivos es más negativa, con la mirada puesta en la caída del consumo y aumento de las importaciones.
El balance de los empresarios es desfavorable respecto al período venidero: en su mayoría (un 64,3 por ciento de los entrevistados) esperan que el volumen de producción total durante noviembre de 2025 y enero de 2026 no sufra variaciones, mientras el 22,5 por ciento de los encuestados proyecta que disminuirá y solo el 13,3 por ciento anticipa un aumento.







