La costa del Norte Chico de Chile, a la altura de la ciudad portuaria de Coquimbo, sigue en vilo por la búsqueda de Alejandro Cabrera Iturriaga, un joven de 17 años con nacionalidad argentino-chilena, quien desapareció este lunes cuando ingresó al mar desde la playa Cuatro Esquinas de La Serena con cuatro familiares y fue arrastrado por el fuerte oleaje.

El adolescente proviene de San Juan pero vive desde hace un año en La Serena, en la localidad de Altovalsol, según describió al diario El Día su hermano mayor, Facundo Araya. “Somos argentinos, pero estamos nacionalizados chilenos por nuestros abuelos”, aportó. También indicó que el joven perdido cursaba tercero medio en el Liceo Gabriela Mistral, y afirmó: “Es muy alegre y buen compañero, bastante extrovertido”.

La madre y los cinco hermanos de la víctima no pierden las esperanzas de encontrarlo. La Armada de Chile y múltiples organismos públicos y equipos especializados rastrean el mar y la costa de La Serena desde el mediodía del lunes, cuando ocurrió el incidente.

Al respecto, el dirigente de la Capitanía de Puerto de Coquimbo, Daniel Sarzosa, aseguró que se dispuso de 27 servidores navales, además de la lancha de servicio general Coquimbo, una moto acuática, un gomón y tres camionetas. A esto se agregó personal municipal de La Serena, con 20 funcionarios y tres camionetas, quienes también brindaron apoyo psicológico y social a los familiares.

El funcionario añadió que la municipalidad de Coquimbo aportó también 22 especialistas en rastreo, una lancha de rescate, varios operadores de navíos, dos rescatistas, una moto de agua, tres drones —uno con visión nocturna—, cuatro camionetas, y un puesto de mando. Junto a ellos, pescadores de la Caleta de Peñuelas también colaboraron durante la madrugada realizando un rastrilleo durante la baja mar.

Sarzosa aclaró que las próximas operaciones se desplegarán “un poco más hacia el sur, en atención al abatimiento esperado de la corriente y el viento predominante”, manteniendo el puesto de mando en Cuatro Esquinas. La búsqueda terrestre continuará hacia Punta Teatinos por el norte, y el rastreo marítimo se concentrará desde el restaurante Bakulic hasta la Caleta de Peñuelas.

Sobre el comportamiento del mar y las corrientes en esa región, el Capitán consideró que “cada situación va cambiando”, por lo que el despliegue mixto —marítimo y terrestre— busca cubrir todas las posibilidades: desde un eventual arrastre hacia el norte hasta la posibilidad de que el joven haya quedado atrapado en pozones al sur. Además, anunció un refuerzo del equipo de buzos para ampliar el alcance de las maniobras submarinas.

Cómo ocurrió el accidente

Alejandro Cabrera Iturriaga había ingresado durante el mediodía al mar del Pacífico con cuatro familiares. Los cinco se metieron al agua cerca de las 12.45 en una zona donde no hay guardavidas debido a que la temporada estival inicia el 15 de diciembre, según medios chilenos.

Sin embargo, el fuerte oleaje arrastró al grupo y dificultó la salida de todos, por lo que comenzaron a gritar por ayuda. La madre de Alejandro, desde la orilla, también pidió auxilio. En tanto, un ciclista que pasaba por la costa advirtió el peligro e intentó ayudar a las víctimas, pero sólo pudo rescatar a cuatro de ellos.

La Policía Marítima llegó al lugar minutos después y continuó con el operativo de rescate y la búsqueda del desaparecido. “Es fundamental respetar las banderas rojas y las advertencias. Las condiciones cambian en minutos”, objetó Sarzosa.

La autoridad marítima enfatizó que el área donde ocurrió el accidente es conocida por su fuerte oleaje, particularmente desde Cuatro Esquinas hacia el norte, donde es habitual la práctica de surf. Reiteró que se trata de una playa que no está habilitada para el baño, algo que complejiza aún más las labores de búsqueda.

Cómo se encuentran los rescatados

Araya precisó que uno de sus hermanos, de 14 años, involucrado en el hecho, permanece hospitalizado, aunque presenta una evolución favorable. “Está hospitalizado aún, pero ya se encuentra mejor“, indicó. El lunes se despertó, comió, y descansó.

En tanto, su hermana, de 19 años, y un primo de la misma edad, están recuperándose en sus casas. Sin embargo, la preocupación se centra en Alejandro. La madre de la víctima está “muy preocupada”, enfatizó.