En una nueva jornada de protesta por ingresos que no alcanzan, las fuerzas de seguridad bajo la órbita del Ministerio de Seguridad, encabezado por Patricia Bullrich, volvieron a intimidar a jubilados que se movilizaban hacia el Congreso, quienes luego junto a diferentes organizaciones sociales, sindicales y partidos de izquierda se trasladaron a Plaza de Mayo.
En la antesala de la convocatoria que se realiza de manera habitual todos los miércoles y con el Gobierno acelerando reformas laborales, tributarias y previsionales que generan preocupación, Bullrich difundió en X un flyer con una advertencia directa: “Las manifestaciones deben ser pacíficas y sobre la vereda. Ante violencia, las Fuerzas actuarán para restablecer el orden“.
A la protesta de los adultos mayores se sumaron trabajadores estatales y docentes universitarios, quienes realizaron un paro que frenó actividades académicas en facultades del Gran Buenos Aires interior bonaerense. Además hubo adhesión del personal de hospitales públicos.
Movilización de jubilados y fuerte operativo de seguridad
Desde temprano, el centro porteño fue rodeado por un amplio despliegue policial. La Policía Federal quedó a cargo del control principal y la Policía de la Ciudad reforzó un tercer cordón sobre la avenida Entre Ríos.
La zona del Congreso ya había sido vallada desde la mañana, en línea con el protocolo antipiquetes que Bullrich aplica desde el inicio de la gestión de Javier Milei.
A pesar de la tensión, los jubilados avanzaron con su reclamo central: una jubilación mínima de $1.250.000, movilidad bimestral sin topes y una actualización acorde al costo de vida de la tercera edad.
También reiteraron su rechazo a la reforma previsional y al aumento de la edad jubilatoria. Sostienen que el ajuste se profundizó este año y que cada miércoles sufren intimidaciones y empujones por parte de las fuerzas federales.
Tensión en aumento y un protocolo cada vez más rígido
Con el endurecimiento del protocolo, el Gobierno reforzó controles a micros y vehículos que trasladan manifestantes, lo que redujo la presencia de columnas numerosas.
Si bien la protesta de este miércoles no repitió la violencia de la semana pasada, los operativos continúan siendo similares y desproporcionados. Pese a esto, las organizaciones aseguran que seguirán movilizadas.







