
Una banda dedicada al narcotráfico fue desarticulada tras una investigación de un año y siete meses encabezada por Gendarmería Nacional en la provincia de Buenos Aires. El operativo estuvo a cargo del Escuadrón de Operaciones Antidrogas, que logró establecer que la red era coordinada desde el interior de tres unidades penitenciarias, con el apoyo de familiares en libertad. Hay cinco nuevos detenidos.
Según relataron fuentes del caso a Infobae, la investigación se inició por orden del Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional N° 1 de San Isidro. En este contexto, los investigadores recurrieron a la implementación de herramientas como escuchas telefónicas, análisis de datos y entrecruzamiento de información para reconstruir el accionar de la organización criminal.
De acuerdo a la información recabada, el grupo se dedicaba a la adquisición, almacenamiento y venta de drogas en los partidos de Tigre y San Martín, tomando como base la localidad de Rincón de Milberg, en la zona Norte del Gran Buenos Aires.

El liderazgo de la banda se encontraba en manos de un preso de la Unidad Penitenciaria 9 de La Plata, quien mantenía comunicaciones permanentes con otros dos internos alojados en la Unidad 31 de Florencio Varela y la Unidad 1 de Olmos. De acuerdo con el expediente, estas personas utilizaban mensajes y llamadas para impartir instrucciones a sus familiares, que se encargaban de comprar, trasladar y distribuir la droga fuera de las cárceles.
La red utilizaba a los integrantes de la familia no solo para realizar entregas y movimientos de droga, sino también para gestionar el dinero generado por las ventas. Las operaciones, según se comprobó, estaban diseñadas para dificultar el rastreo y minimizar los riesgos, implementando sistemas rotativos de comunicación, pago y distribución en las zonas de influencia.
Con las pruebas obtenidas, el magistrado dispuso catorce allanamientos simultáneos. Los procedimientos se concretaron en viviendas de Tigre y San Martín, como así también en celdas de las tres prisiones involucradas.

El operativo permitió secuestrar casi 2 kilos de cocaína, 14 kilos y medio de marihuana, 75 plantas y cogollos de cannabis sativa, balanzas de precisión, elementos de fraccionamiento, tres armas de fuego, 94 municiones, más de 4 millones de pesos argentinos, 19.080 dólares, 32 celulares, dos motocicletas y agendas con anotaciones.
En el marco de los procedimientos, quedaron detenidas cuatro mujeres y un hombre, todos mayores de edad, quienes quedaron a disposición del juzgado acusados por infracción a la Ley 23.737, que penaliza la tenencia y tráfico de estupefacientes.
El despliegue incluyó la participación de distintos escuadrones y unidades especializadas de la Gendarmería Nacional, como la Unidad de Investigaciones de Delitos Complejos y Procedimientos Judiciales Campo de Mayo y la Dirección de Criminalística y Estudios Forenses.
Para los investigadores, la causa permitió desbaratar la estructura logística y financiera de la organización, así como identificar el mecanismo por el cual los presos gestionaban el microtráfico desde las unidades penitenciarias, utilizando recursos tecnológicos y el contacto directo con familiares.
La investigación aún sigue su curso. Las autoridades buscan determinar si hay otros implicados fuera de las prisiones y si existe una red de apoyo externo vinculada al circuito del narcotráfico identificado en la provincia de Buenos Aires.








