La noche vibró en el Palacio Libertad con una propuesta única que fusionó la música sinfónica con la emoción épica del cine. La Banda del Estado Mayor General de la Armada Argentina llevó adelante su tercera presentación en el espacio del Centro Cultural Domingo Faustino Sarmiento y convirtió el Día Internacional de la Música en una gala digna de la pantalla grande. Frente a un público que colmó el auditorio, más de cincuenta músicos ofrecieron un repertorio de clásicos inolvidables del séptimo arte, bajo la batuta del Capitán de Navío Federico Gustavo Alderete, junto a la Teniente de Fragata Rosana Natalia Ovin y el Suboficial Mayor Luciano Alejandro Boero.
La velada atrajo la atención institucional y social: asistieron el Jefe del Estado Mayor General de la Armada, Almirante Carlos María Allievi; autoridades de los ministerios de Defensa y de Relaciones Exteriores; agregados navales extranjeros; invitados especiales; y un nutrido grupo de integrantes de la Armada y sus familias.
La apertura, a cargo de la locutora María Isabel Sánchez, dio pie a un recorrido musical que no solo exploró diversas épocas y géneros, sino que sumó en cada función un nuevo nivel de puesta en escena, combinando la ejecución orquestal con proyecciones de escenas cinematográficas en pantalla gigante y efectos de ambientación que sumergieron al público en una experiencia multisensorial.
Uno de los momentos más conmovedores de la gala fue el homenaje audiovisual al submarino ARA San Juan y a sus 44 tripulantes, acompañado por imágenes de la última navegación de la nave y por el tema I can’t help falling in love, interpretado en violín por la Guardiamarina Dana Rafaul. El tributo cosechó una ovación cerrada y enmarcó la velada con un tono solemne y emotivo, antes de dar paso a las potentes melodías de películas como Los Siete Magníficos, de Elmer Bernstein, y la sofisticación de La Pantera Rosa, de Henry Mancini.
El repertorio continuó con una selección de temas icónicos, desde la saga Rocky al inconfundible motivo de Misión Imposible, obra del argentino Lalo Schifrin. La orquesta transportó al público a la aventura con la Marcha de los Cazadores, de Indiana Jones, y al suspenso del mundo de James Bond, en una escena que incluyó la aparición teatral de un agente 007 para salvar al maestro de banda ante una supuesta amenaza, despertando risas y aplausos.

En la segunda mitad del concierto, la nostalgia tomó forma con los acordes de Pretty Woman, de Roy Orbison, y el viaje jurásico musical de Jurassic Park, de John Williams, el compositor más homenajeado de la noche, cuya firma resonó en cada compás de las piezas de Star Wars, Tiburón y E.T.. La orquesta exploró las atmósferas épicas de Game of Thrones, el romance de Top Gun con Take my breath away, de Berlin, y la potencia de I will always love you, inmortalizada por Whitney Houston en El Guardaespaldas, esta vez en la voz de la solista Jaqueline Boghossian.
El cierre de la función reunió al auditorio en la interpretación de la Marcha de la Armada, entonada con convicción por músicos y público, en un gesto coral que reforzó el sentido de pertenencia institucional y cultural. Al culminar la velada, el Almirante Allievi entregó reconocimientos a quienes colaboraron en la producción y destacó a Sánchez y Boghossian por sus aportes artísticos, mientras que la organización y el equipo técnico del Palacio Libertad recibieron menciones especiales por su labor.

La calidad y el profesionalismo del cuerpo musical de la Armada volvieron a quedar en evidencia, tanto por la precisión técnica como por la versatilidad para abordar géneros y estilos diversos.
Al término del concierto, una larga ovación de pie selló la noche. El agradecimiento de autoridades y asistentes fue unánime y resaltó el valor de la música como puente entre instituciones, comunidad y emociones colectivas. La gala de película cerró así una nueva edición con el sello de excelencia que ya es marca registrada de la Banda del Estado Mayor General de la Armada Argentina, reafirmando su misión de trasladar el arte musical a escenarios donde la memoria y el espectáculo se potencian en cada acorde.









