
El fin de semana largo por el Día de la Soberanía Nacional se presenta como la oportunidad perfecta para salir de la rutina y realizar una escapada fuera de la ciudad. Numerosos pueblos cercanos ofrecen actividades ideales para quienes buscan tradición, paisajes rurales, historia y sabores autóctonos.
10 pueblos para hacer una escapada el fin de semana largo
Estos diez destinos son la mejor opción para una escapada breve, pero cargada de experiencias auténticas.
1- San Antonio de Areco

Ubicado a un poco más de 100 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, este pintoresco pueblo permite a uno sumergirse en la cultura gauchesca. Su casco histórico, cuidadosamente preservado, invita a recorrer pulperías centenarias y talleres de platería artesanal. Uno de los imperdibles es el Museo Gauchesco Ricardo Güiraldes, ubicado en una histórica estancia, donde se puede conocer de cerca la tradición argentina. Las cabalgatas y los asados en estancias rurales ofrecen la posibilidad de vivir el campo en primera persona.
El pueblo mantiene una atmósfera tranquila y una identidad folclórica marcada, ideal para desconectar en un entorno que conserva su esencia.
2- Carlos Keen

A una hora y media de distancia, Carlos Keen atrae a quienes buscan naturaleza y buena comida. Su antigua estación de tren y el Granero, transformado en centro cultural, son puntos fotogénicos y de encuentro. La oferta gastronómica se destaca con restaurantes de cocina criolla y producciones locales.
Los fines de semana largos suelen coincidir con ferias de artesanías, lo que suma atractivo a un pueblo diminuto que invita al sosiego y a redescubrir el ritmo pausado.
3- Uribelarrea

Camino al sur de la provincia, a unos 80 kilómetros, se encuentra Uribelarrea, que con su arquitectura agrícola y aires rurales, también se posiciona como sitio favorito para amantes de la buena mesa.
En su Plaza Centenario, de diseño octogonal, comienza un recorrido que incluye la iglesia neogótica Virgen de Luján y la estación de tren antigua. El Museo Regional de Maquinaria Agrícola revela el pasado productivo de la zona. El pueblo es conocido por quesos, fiambres y cerveza artesanal, y suele recibir ferias tradicionales.
4- Lobos

A orillas de su majestuosa laguna, el pueblo cautiva por su oferta natural e histórica. Lobos es la protagonista, perfecta para kayak, paseos en lancha, pesca deportiva y avistaje de aves. Las zonas verdes, equipadas para picnic o asado, invitan a pasar el día frente al agua. El casco histórico de la ciudad incluye edificios notables y la Casa Natal de Juan Domingo Perón.
Por su parte, Villa Loguercio, sobre la laguna, suma un entorno campestre con hosterías y casas de descanso, mientras que el espíritu relajado predomina en todo el destino.
5- Navarro

Entre campos y tradiciones, Navarro es un emblema de turismo rural. El paseo comienza en la Réplica del Fortín San Lorenzo, símbolo del pasado defensivo, y continúa en el Parque Biográfico Manuel Dorrego para conocer la historia local. El Museo Histórico Alfredo Sabaté y la laguna, perfecta para caminatas y pesca, completan el recorrido. En parajes como Las Marianas y Villa Moll se siente el pulso de comunidades rurales auténticas.
6- San Miguel del Monte

La laguna de San Miguel del Monte es uno de los clásicos escapistas del sur bonaerense. Su costanera arbolada invita a largas caminatas, y es común ver pescadores disfrutando de su jornada. Los antiguos fortines y el Rancho de Rosas ofrecen un recorrido por la memoria rural, mientras el ámbito natural predomina.
El pueblo mantiene su identidad rural intacta, lo que ha convertido a Monte en refugio de quienes buscan historia y serenidad.
7- Cazón

A 180 kilómetros de CABA, el “pueblo de un millón de árboles” constituye un paraíso verde en el interior bonaerense. El gran vivero municipal es su principal atractivo, un extenso paseo entre especies arbóreas y jardines cuidados. El silencio dominical y la tranquila plaza local invitan al descanso. La Casa de Susana Soba, que forma parte del espacio cultural, suma arte y exposiciones a la visita.
8- Roque Pérez

Con esencia de pueblo tradicional, Roque Pérez combina historia, gastronomía y patrimonio rural. El Cine Club Colón, restaurado y activo, simboliza la vida cultural, mientras las calles invitan a dejarse sorprender por almacenes centenarios y casas antiguas. Entre ellas, el rancho adonde nació Juan Domingo Perón. La gastronomía criolla es protagonista en restaurantes y almacenes de ramos generales.
9- San Vicente

A casi una hora en auto desde la capital, San Vicente en una escapada rápida y accesible. El casco histórico muestra vestigios de su pasado, y la naturaleza circundante permite disfrutar de paseos al aire libre. Sus espacios verdes brindan el entorno ideal para descansar sin alejarse demasiado.
Entre monumentos y vida tranquila, el pueblo se presenta como una opción válida para quienes quieren una pausa corta y cercana.
10- 20 de Junio

Ubicado en el partido de La Matanza, este pueblo conserva la atmósfera de un verdadero pueblo rural. Sus calles de tierra, la antigua estación de tren —testigo mudo de otros tiempos— y la escasa presencia urbana la vuelven especial para quienes buscan algo minimalista.
Es el destino apropiado para desconectarse por completo, caminar y disfrutar de la sencillez a tan solo media hora de ciudad.








