La utilización de la capacidad instalada en la industria argentina cayó a 61,1 por ciento, por debajo del registro de un año atrás, cuando había alcanzado 62,2 por ciento. Varias ramas mostraron descensos muy marcados en la comparación interanual.
El dato del Indec refleja una estructura industrial que continúa funcionando por debajo de su potencial y con heterogeneidades crecientes entre los distintos bloques. Mientras la refinación del petróleo volvió a ubicarse entre los rubros con mayor actividad, buena parte de los sectores vinculados a la producción de bienes durables, insumos difundidos y manufacturas para el mercado interno operó con niveles significativamente más bajos que los de septiembre del año pasado.
Entre los casos más críticos se destacan los productos textiles, que en septiembre utilizaron apenas 37,1 por ciento de su capacidad, muy por debajo del 51,3 por ciento de un año atrás. El organismo explica esta caída por el menor nivel de elaboración de hilados de algodón y tejidos, un rubro particularmente castigado por la contracción del consumo y la mayor competencia de importaciones.
Otro sector con un deterioro profundo es el de productos de caucho y plástico, que operó al 42,9 por ciento, frente al 49,9 por ciento de septiembre de 2024. La merma se vincula a la fuerte baja en la fabricación de neumáticos, con una caída de la producción de 32,3 por ciento interanual, y a un retroceso de 8,2 por ciento en las manufacturas de plástico, según el desempeño relevado por el Índice de producción industrial manufacturero.
La metalmecánica excluida la industria automotriz también mostró niveles bajos. Utilizó el 43,5 por ciento de su capacidad, un registro casi idéntico al del año pasado pero igualmente representativo del mal momento del sector, que acumula meses con escasa actividad y con impacto directo en las pequeñas y medianas empresas proveedoras. El informe señala además que la industria automotriz funcionó al 57,1 por ciento, por debajo del 59,6 por ciento de septiembre de 2024, en línea con la menor cantidad de unidades fabricadas por las terminales.
La producción de productos minerales no metálicos, vinculados a la construcción, también se ubicó por debajo del nivel general. Operó al 58,6 por ciento, frente al 64,2 por ciento del año pasado, afectada por menores niveles de actividad en vidrio, ladrillos huecos y pisos y revestimientos cerámicos. La caída del sector confirma el freno de la obra privada y la lenta recuperación de la demanda de materiales.
Un caso particular es el de las industrias metálicas básicas, que si bien permanecieron por encima del nivel general, retrocedieron respecto del año anterior al bajar de 72,4 a 70,4 por ciento. Según datos de la Cámara Argentina del Acero incluidos en el informe, la producción de acero crudo cayó 3,8 por ciento interanual, lo que impactó sobre la utilización de la capacidad.
Entre los sectores con mejor desempeño aparece la refinación del petróleo, que registró una utilización de 88,9 por ciento frente al 78,5 por ciento del año anterior, impulsada por el aumento del procesamiento de crudo. El INDEC señala que la elaboración de gasoil y naftas mostró subas de 12,0 y 2,2 por ciento interanual. También se ubicaron por encima del promedio productos alimenticios y bebidas, con 69,2 por ciento, levemente por encima del registro del año pasado debido a una mayor elaboración de productos lácteos, en un contexto de crecimiento de 9,9 por ciento en la producción primaria de leche.








