Brisa Acebey mató de un tiro a Dylan Robledo en una fiesta clandestina en Lanús

El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°1 de Avellaneda-Lanús condenó a Brisa Ayelén Ayebey, exfutbolista del club San Lorenzo, a tres años y seis meses de prisión por la muerte de Dylan Robledo, ocurrida durante una fiesta clandestina en Lanús en septiembre de 2021.0

La joven, apodada la melliza asesina, fue declarada culpable del delito de homicidio culposo, al entenderse que el disparo que mató al joven fue accidental.

La fiscal Natalia Milione había pedido una pena de cuatro años, pero el tribunal decidió reducir el pedido al considerar que no existió dolo.

La acusación original contra Ayebey era por homicidio simple con dolo eventual, figura que implica que el acusado no busca causar la muerte, pero acepta el riesgo de hacerlo.

Esa calificación fue descartada por los jueces, que tras casi tres años de investigación y audiencias, determinaron que la joven actuó con negligencia y falta de cuidado, lo que derivó en el resultado fatal.

Con la condena a tres años y seis meses de prisión, la exfutbolista no irá a prisión y continuará cumpliendo la condena en su domicilio.

Fuentes del caso indicaron a Infobae que, los jueces, además, le impusieron 5 años de inhabilitación para portar y/o tener contacto con cualquier tipo de arma.

Brisa jugó como defensora en las “Santitas de Boedo”, el equipo de fútbol femenino de San Lorenzo

Una noche trágica en Lanús

El crimen ocurrió en la madrugada del 17 de septiembre de 2021, en una casa ubicada en Talcahuano al 3600, en el barrio Villa Jardín, Lanús. Según la investigación, Dylan Robledo, de 26 años, había salido esa noche junto a Brisa y Priscila Ayebey —conocidas como “Las Mellis”— y un amigo apodado “El Papu”, primo de ambas.

El grupo asistió primero a un encuentro en un galpón de la zona y luego se trasladó a una segunda fiesta en la vivienda donde se produjo el homicidio.

En medio del festejo, y según testigos del hecho, una de las mellizas comenzó a manipular un arma mientras bailaba. En un momento, la situación se descontroló: alguien roció gas pimienta, hubo empujones y un golpe con la culata del arma. Instantes después, se oyó un disparo. La bala impactó en el rostro de Robledo y lo mató en el acto.

“Las melli empezaron a tirar gas pimienta mientras bailaban con el arma en la mano. Se armó lío y le dieron un culatazo a Dylan. Después, una de ellas disparó. El tiro le dio en la cara y lo mató al instante”, relató un testigo a Infobae.

Dylan Robledo tenía 20 años y se ganaba la vida haciendo changas

De acuerdo con la autopsia, Robledo murió por un paro cardiorrespiratorio traumático provocado por un traumatismo craneoencefálico debido al paso de un proyectil que ingresó por su mejilla derecha.

Tras el hecho, Brisa Ayebey permaneció 235 días prófuga, hasta que decidió entregarse a la Justicia. Durante ese tiempo, tanto ella como su hermana se mantuvieron ocultas, mientras los investigadores intentaban determinar cuál de las dos había efectuado el disparo.

Antes del crimen, Brisa Ayebey había tenido un paso por el fútbol profesional. Jugaba como defensora en el equipo femenino de San Lorenzo, conocido como Las Santitas de Boedo. Debutó en Primera División el 20 de septiembre de 2019, apenas dos años antes de la muerte de Robledo. Su carrera deportiva se interrumpió tras ser señalada en la causa penal y abandonó la actividad.

Durante el juicio, la defensa de Ayebey sostuvo que el disparo fue accidental y que la joven no tuvo intención de matar, mientras que la fiscalía insistió en que actuó con una grave imprudencia al manipular un arma cargada en medio de una fiesta. El tribunal coincidió con esta última interpretación, lo que derivó en la condena por homicidio culposo.

Marysol Fátima Roblema, la mamá de Dylan

El recuerdo de Dylan

La víctima, Dylan Robledo, tenía 26 años y era recordado por su familia como un joven tranquilo y trabajador. Su hermana, Gabriela Arrazola, había relatado en diálogo con este medio que él conocía a las mellizas desde hacía tiempo.

“Más de una vez fue a ver jugar a la pelota a Brisa. Era un pibe amoroso, se ganaba la vida haciendo changuitas, trabajó de albañil, en un lavadero de autos y también como revendedor de ropa. Nunca le hizo mal a nadie”, relató. El joven tenía dos hijos, de 1 y 5 años, al momento de su asesinato.

Cuatro días después del homicidio, el 23 de septiembre de 2021, familiares y amigos despidieron sus restos en el cementerio municipal de Lanús. Ese mismo día realizaron una marcha en Valentín Alsina para reclamar justicia.

Dylan tenía dos hijos al momento de su asesinato, de 1 y 5 años