El vuelo que trasladó a Federico “Fred” Machado partió el miércoles 5 de noviembre por la noche desde el Aeropuerto Internacional de Ezeiza con destino a Houston. El empresario, acusado de narcotráfico y otros delitos en los Estados Unidos, fue escoltado por agentes de Interpol, la Policía Federal Argentina y tres integrantes de los Marshals, la agencia federal de ese país.

 

El operativo se realizó a bordo de un vuelo regular de United Airlines que despegó a las 22.15 y aterrizó en Texas cerca de las 5.20 del jueves 6. Antes del traslado, Machado permaneció detenido en el Puesto 1 de la Policía de Seguridad Aeroportuaria.

La extradición fue aprobada por la Corte Suprema el 14 de octubre, luego del fallo del juez federal de Neuquén, Gustavo Villanueva, y del decreto firmado ese mismo día por Javier Milei.

El vínculo con la campaña de José Luis Espert

En Argentina, Machado enfrenta una investigación por presunto financiamiento de la campaña presidencial del entonces candidato José Luis Espert en 2019. Las autoridades judiciales locales mantienen bajo resguardo teléfonos, chips, computadoras y documentos secuestrados en el operativo realizado en Viedma.

 

Estas pruebas quedaron en poder de la Fiscalía de San Isidro, que continúa investigando los vínculos financieros entre el empresario y el entorno político de Espert.

Condiciones de detención y rutina diaria

Machado llegó a Estados Unidos bajo custodia del U.S. Marshals Service, organismo encargado de las extradiciones y traslados de detenidos federales. Apenas arribó, se activó el protocolo de ingreso: registro de antecedentes, toma de huellas, fotografía oficial, revisión médica y asignación de pabellón.

 

A las 24 horas fue presentado ante un juez federal para la lectura formal de cargos. Deberá enfrentar un proceso por delitos económicos considerados de “alta complejidad transnacional”.

Fuentes judiciales indicaron que se encuentra alojado en una instalación federal del sur de Florida, donde permanecen acusados que esperan juicio o definición procesal. “Es un ambiente hostil, pero no violento como las cárceles estatales”, describió a Crónica un abogado especializado en extradiciones que sigue el caso.

 

El régimen es estricto: no tiene acceso a computadoras ni dispositivos electrónicos, las llamadas son controladas y toda correspondencia se revisa antes de ser entregada.

 

Su rutina se organiza en horarios fijos:

  • 6:00, conteo de internos y desayuno.

  • 10:00 a 12:00, reuniones con abogados o recreación.

  • 13:00, almuerzo.

  • 18:00, cena y encierro nocturno.

Proceso judicial en Estados Unidos

Tras la audiencia inicial, el expediente de Machado avanza en tres etapas del sistema federal estadounidense:

  1. Audiencia de detención (Bond Hearing): la defensa pedirá su libertad bajo fianza, mientras la fiscalía lo considera riesgo de fuga internacional.

  2. Entrega de evidencia (Discovery): el Departamento de Justicia presentará pruebas como movimientos bancarios, comunicaciones y documentos de empresas.

  3. Juicio o acuerdo (Plea Deal): Machado deberá decidir si enfrenta el juicio federal o negocia un acuerdo para reducir una posible condena que podría superar los 20 años.

Las acusaciones lo vinculan con estructuras societarias en paraísos fiscales, transferencias internacionales y operaciones trianguladas entre Estados Unidos, Argentina y terceros países. Machado niega los cargos y sostiene que sus movimientos financieros son parte de “actividades empresariales legítimas”.