
La reciente declaración de Lionel Messi sobre el mejor jugador de baloncesto de todos los tiempos ha reavivado la discusión global sobre los grandes referentes del deporte.
Durante una entrevista para NBC, el astro argentino eligió a Michael Jordan como el máximo exponente de la NBA, aportando una perspectiva única desde el fútbol hacia el universo del baloncesto.
La comparación entre leyendas
Consultado sobre la figura del “GOAT” (el mejor de todos los tiempos) en distintas disciplinas, Messi estableció un paralelismo entre el impacto de Diego Maradona en el fútbol argentino y el de Michael Jordan en el básquet.

El delantero recordó que, aunque era muy joven para ver a Maradona en su plenitud, comprendía el significado de su figura y la admiración que genera.
“Obviamente, para nosotros los argentinos, Maradona es nuestro máximo ídolo y nuestra máxima admiración por todo lo que significó. Si bien era chiquito y lo vi poco jugar en vivo, Diego trascendía cualquier cosa.
Por hablar de otro deporte, obviamente creo que pasaba lo mismo con Jordan”, explicó Messi. Con este enfoque, situó a Jordan en la cima de la historia de la NBA, equiparando el alcance global y la trascendencia cultural de ambos deportistas.

Este análisis volvió a poner en el centro del debate la comparación entre figuras legendarias y la manera en que su legado trasciende fronteras. En el deporte, la construcción del estatus de “GOAT” parece ir mucho más allá de los números y los títulos. Se trata del impacto profundo en los aficionados, la influencia en nuevas generaciones y la capacidad de representar valores universales asociados al juego.
Perspectivas enfrentadas en el debate NBA
El enfrentamiento sobre quién merece el título del más grande de la NBA suele dividir opiniones. Seguidores de Michael Jordan y LeBron James sostienen posturas antagónicas, pues ambos representan épocas y estilos diferentes.
La visión de Jordan sobre este tema ha sido clara a lo largo de los años: “Nunca vas a decir quién es el mejor de todos los tiempos para mí. Creo que es más para la prensa y para vender historias”. Esta declaración sugiere que la discusión está más ligada al espectáculo mediático que a una verdad absoluta.

En contrapartida, LeBron James expresó su confianza sobre su propio lugar en la historia. “Me elegiré a mí mismo por encima de cualquiera que haya jugado este juego (…) Siempre voy a sentir que soy el que mejor jugó este juego”, enfatizó el actual jugador de Los Angeles Lakers. Esta postura refuerza la rivalidad simbólica entre dos de los más grandes nombres que ha dado el baloncesto mundial.
Messi reconoce a otros grandes del baloncesto
En la misma entrevista, el futbolista argentino amplió su panorama sobre el baloncesto contemporáneo. Además de su admiración por Jordan, reconoció el peso de otras figuras actuales.
LeBron James y Stephen Curry recibieron un elogio especial de Messi: “Por decir alguno del básquet LeBron, Steph (Stephen Curry), son jugadores los cuales admire mucho y creo que le dieron mucho al deporte del cual hacen cada uno en lo suyo”.

De este modo, el argentino no descartó la huella de los protagonistas más recientes y celebró su aporte al desarrollo y popularidad del básquet.
Este reconocimiento a los atletas en actividad evidencia que el legado de los deportistas de élite se construye de forma colectiva y dinámica. La NBA, a lo largo de las décadas, ha visto desfilar a jugadores que influyeron tanto por sus títulos como por la transformación del juego y el crecimiento de la liga a nivel internacional.
El valor universal de los íconos deportivos
Las comparaciones entre Maradona y Jordan realizadas por Messi no solo son una opinión personal, sino que reflejan la capacidad de ciertos deportistas para trascender generaciones y geografías.

Ambos lograron convertirse en símbolos más allá de sus logros deportivos: su influencia inspira a millones y se perpetúa en la memoria de fanáticos de todo el mundo.
La visión del delantero argentino enriqueció el debate sobre el “GOAT” en la NBA, aunque también dejó claro que figuras como James y Curry merecen un lugar destacado.
Al trazar estos paralelismos, Messi contribuyó a valorar la diversidad de talentos y el significado profundo que conlleva ser referente dentro y fuera de las canchas, una condición que solo alcanzan quienes logran romper barreras generacionales y culturales.







