La historia que hoy tiene a Luis Miguel Zapata Simón como protagonista comenzó en enero de 2024. Fue en la localidad bonaerense de Mariano Acosta, en Merlo, donde, durante una noche de verano, un kiosquero del barrio llamado Hugo Felipe Peralta Martínez fue asesinado a puñaladas adentro de su casa. Su cuerpo lo encontró poco después un grupo de bomberos, quienes acudieron a la escena del crimen por un incendio en el lugar. Luego se supo la verdad: el domicilio había sido prendido fuego apropósito por los asesinos del vendedor porque querían ocultar el crimen.

El cadáver de Peralta Martínez fue hallado calcinado entre los restos de la casa. La autopsia confirmó que el hombre había muerto antes de que comenzaran las llamas. La causa fue una herida punzante en el tórax.

Según las hipótesis judiciales, el móvil habría sido una venganza personal. Los principales acusados por el crimen fueron Marco Antonio Egerina Quintana y Luis Miguel Zapata, primos.

La Justicia determinó que la víctima fue asesinada porque era amante de la novia de Zapata. La relación paralela supuestamente se sabía en el barrio. Por eso, cuando el kiosquero apareció muerto, los vecinos y la propia familia del hombre no dudaron en apuntar contra él como sospechoso.

El lugar donde fue el crimen de Morón

“Luis se vio venir un problema, un hostigamiento. Por eso decidió irse con su mamá, que vive en España”, contó una fuente del caso a este medio, quien asegura la inocencia del acusado y dice que no se fue con intención de fugarse.

La Justicia rápidamente ubicó a Egerina Quintana, el primo, y quedó detenido por el homicidio. Ante las autoridades de la Fiscalía N.º 7 de Morón, donde se llevó a cabo la investigación, el imputado reconoció su responsabilidad y accedió a un juicio abreviado, donde fue condenado a 10 años de prisión por el hecho.

Sin embargo, aunque la pena ya fue homologada por el tribunal, Egerina Quintana insiste en que el autor del crimen no fue él, sino su familiar, quien permaneció varias semanas en el exterior hasta que lo encontraron.

El 3 de septiembre de 2024, y tras una orden internacional de captura emitida por la justicia argentina, Zapata Simón finalmente fue localizado en Madrid y quedó detenido. Fue en el marco de un operativo conjunto entre Interpol y las autoridades españolas.

Lo extraditaron a Argentina en octubre de este año y luego fue trasladado a la Fiscalía N.º 7 de Morón, donde lo indagaron. En la audiencia, asistido por su defensora, Adriana Biera, el imputado se negó a declarar. No obstante, extraoficialmente insiste en que su primo lo está traicionando y que él no estuvo involucrado en el homicidio del kiosquero.

Para el extraditado, su familiar mintió ante la justicia por recomendación de su abogado y para mejorar su situación procesal en el expediente. Desde que el primo quedó detenido, nunca más volvieron a hablar.

Este viernes, el Juzgado de Garantías N.º 4 de Morón le dictó la prisión preventiva luego de que la Fiscalía alegue el riesgo de fuga.

En este sentido, su defensora anticipó que impugnará los fundamentos de la acusación. En la misma línea, insiste en que la versión de que la víctima era amante de la expareja, son solo “rumores de barrio” y que “no hay prueba concreta ni pericial que lo ubique a él en la escena del crimen”.

Por este motivo, solicitará nuevo material probatorio, sosteniendo que “los elementos reunidos no ubican a mi defendido en la escena del crimen y se basan en testimonios indirectos sin respaldo pericial”. La causa continúa en la Fiscalía N° 7.