Convocaron a una marcha

Paula no lo puede creer. “Estoy todavía bastante conmocionada. Hace semanas que vengo con toda mi familia preparándome para este juicio que estamos hace ocho años esperando. La realidad es que siento que es una tortura: es un montón todo lo que pasó, es un montón todo lo que sigue pasando, y sobre todo el motivo”, le dijo a Infobae.

Paula habla de la suspensión del juicio por jurados contra el acusado de abusar a su hija menor de edad desde sus 4 años, y que desató una ola de indignación y movilización en la localidad bonaerense de Lomas de Zamora. El imputado es el padre de la víctima.

La decisión fue comunicada por el Tribunal Oral Criminal N°8 en las últimas horas, a solo días de la fecha prevista para el inicio del proceso que iba a desarrollarse el 27, 28 y 29 de octubre contra el imputado por el delito de abuso sexual infantil.

“El motivo por el que se suspende es que un juez no tuvo tiempo de escuchar audios que fueron presentados hace años, son 13: 11 fueron presentados hace años y 2, ahora. Por el mal manejo de del sistema judicial, hay toda una familia que está sufriendo un montón. Queremos y necesitamos vivir felices y en paz, y poder dejar atrás todo esto”, suplica Paula.

El fyer anunciando el juicio que finalmente se suspendió

Y agrega que la decisión del magistrado, desde su punto de vista, “no tiene ningún tipo de sentido, porque no es que esos audios tienen alguna prueba contundente”.

Y se sincera: “Tengo miedo por mi vida, porque yo en estos años he recibido montón de amenazas de muerte… Una persecución terrible. Se suspende un juicio que estamos esperando hace ocho años y parece que esta persona tiene muchos más derechos que una menor de edad”.

Paula anticipó que este jueves hablará con el juez en cuestión: “No tengo muchas esperanzas, por eso llamamos a una movilización. Ya no aguanto más. La justicia no está actuando como debería».

Para la familia de la víctima, conocida por el apodo Osita, el hecho supone una revictimización judicial y una dilación injustificada.

A su vez, la querella remarcó que la defensa ya dispuso de tiempo suficiente para la producción de prueba y que la postergación solo prolonga la impunidad.

La causa, según la familia y un grupo de apoyo creado para la víctima, cuenta con pruebas consideradas irrefutables que confirman el abuso sexual infantil. Entre ellas, destaca la realización de la Cámara Gesell —una entrevista especializada para víctimas menores de edad—, cuyos resultados, aseguran, respaldan plenamente las acusaciones.

La suspensión del juicio implica que el acusado, que es el padre de la menor, continúe en libertad. Por este motivo, la abogada de la querella solicitó que, si no se restablecen las fechas originales del juicio, “se ordene la detención inmediata del detenido”.

El Grupo de Apoyo “Todxs Por Osita” y la familia de la menor convocaron a una movilización urgente frente a los tribunales de Lomas de Zamora (Larroque 2290) el jueves a las 8.

El caso

La madre de Osita se enteró de los abusos sufridos por su hija en el jardín de infantes luego de que una docente le advirtiera que la niña se orinaba con frecuencia. Como primer paso, consultó a una pediatra que le sugirió acudir a una psicóloga. Un año después, la niña finalmente pudo relatar que era abusada por su propio padre.

La mamá recuerda que, al inicio de la terapia, pensó que su hija atravesaba alguna situación de violencia similar a la que ella había presenciado con su expareja, de quien se había separado hacía unos años sin conflictos. No sospechaba de un abuso sexual.

La noticia de la terapia alteró al padre de Osita, quien se mostró reacio a que la niña asistiera a las sesiones. Desde el primer encuentro con la psicóloga, la nena empezó a relatar hechos de violencia que no había contado antes en su hogar.

La profesional luego convocó a ambos padres. Y la historia de la nena, dio inicio a un largo camino judicial encabezado por su mamá, que iba a llegar finalmente a juicio la próxima semana. Ahora, sin embargo, quedó en stand by.