“Es la vida, los amigos, la bohemia, el destino… Descansá en paz, Miguelito!!!”.
Esa frase fue la primera reacción de Horacio Pagani tras la muerte de Miguel Ángel Russo a los 69 años. Junto a su testimonio, añadió una imagen para nada azarosa: en foto aparecen el periodista, el entrenador de Boca Juniors, Coco Basile y Mostaza Merlo. Pertenece a una de las ya míticas cenas en el restaurante La Raya, en las que se reúnen protagonistas del fútbol en tertulias bien regadas y condimentadas por la pasión por la pelota.
Horas después, ya en la pantalla de TyC Sports, el experimentado comunicador enfrentó las cámaras para hablar de su amigo. Y lo hizo con la voz entrecortada, visiblemente afectado por la pérdida que llora todo el fútbol argentino.
“Un hombre de barrio, un hombre de la bohemia. Me cuesta…”, prologó, antes de hacer la primera pausa, embargado por la emoción. “Se dice que la gente buena es la primera que se muere. Miguelito era un tipo bueno. Tan bueno que no había manera de sacarle una frase en una conferencia de prensa. Yo coincidí muchas noches, compartimos muchas noches con Coco Basile, con Mostaza… Era un tipo respetuoso extremo”, lo definió. “Ojalá esté descansando en paz”, deseó.
“Yo digo que por ahí se puede tener alguna diferencia con Riquelme en cuanto a su función de presidente, pero yo creo que en este caso lo de Román fue un gesto de amor. Fue un gesto de amor volverlo a buscar, él sabía que estaba enfermo. Algunos pretenden creer que lo trajo para tapar cuestiones, pero yo creo que fue un gesto de amor. Román es un tipo muy particular y el cariño que le tenía a Miguel hizo que él, por encima de todo, dijera: ‘Este hombre tienen que venir a Boca, aunque sea el final de su vida y su carrera’. Pero lo hizo por amor, no lo hizo con ninguna intención de sacar algún rédito o una ventaja. Porque esas cosas también tiene Román”, opinó.
Las palabras de Pagani ilustran la catarata de mensajes y homenajes que recibió el ex mediocampista y entrenador desde las 19.10 de ayer, cuando falleció. O la ola de fanáticos de Boca, de todos los clubes que representó y de muchos de sus rivales, que se acercaron y se acercan a La Bombonera para darle el último adiós.
Si hasta la selección argentina, concentrada en Miami para los amistosos ante Venezuela y Puerto Rico, le dedicó un minuto de silencio durante el entrenamiento del miércoles. Incluso, gigantes de Europa como el Real Madrid, el PSG o el Bayern Múnich apelaron a las redes sociales para expresar su consternación. Y, por supuesto, también River Plate. En el dolor, y ante una leyenda como Russo, la rivalidad se desvanece.
Su último ayudante, Claudio Úbeda, lo despidió con un emocionante mensaje: “Maestro, amigo, hermano, te voy a extrañar mucho. Tu huella es como la gloria eterna. Gracias, gracias, gracias”. El ex Racing lo acompañó en sus experiencias por Al Nassr de Arabia Saudita y en el regreso a la Argentina para conducir a Rosario Central, San Lorenzo y Boca Juniors, donde asumió su lugar en los últimos partidos, cuando Russo ya no podía estar detrás de la línea de cal, pero siempre estuvieron en contacto. Incluso mantuvieron reuniones técnicas en el hogar del orientador, mientras cursaba la internación domiciliaria.
Pagani no fue el único que se quebró en pantalla por la muerte de Russo. También en TyC, el ex defensor Cristian Traverso, multicampeón con Boca y quien tuvo al DT en la Universidad de Chile, intentó hacer un reconocimiento, pero le ganaron las lágrimas.
El último adiós al histórico entrenador continuará en La Boca hasta las 22. Y este viernes, habrá una nueva ventana de 10 a 12. Su legado, en tanto, quedará para siempre. En los estadios de fútbol y en la mesa que compartía con sus amigos.