Florencia Ibáñez la noche del triple femicidio llegó a la zona de Florencio Varela en el Volkswagen Fox blanco que compartía con su tío y su amante, Alex. En realidad, Alex Roger Idone Castillo, quien permanece prófugo y tiene una captura internacional de Perú por haberlo encontrado con 51 kilos de cocaína. Ella, ante el fiscal Carlos Arribas, lo colocó en un rol central en el caso, dijo que fue la víctima de la mejicaneada de drogas que culminó en los crímenes.
“Alex me cuenta, después de todo, que la idea era apretar a un tipo, no lastimar a las tres chicas”, dijo sobre la noche del 19 de septiembre en que emboscaron, torturaron y asesinaron de Lara, Brenda y Morena.
Florencia ya había dicho ante el fiscal en su primera declaración que su tío Víctor Sotacuro Lázaro la había invitado a ella y a Alex a ir a buscar a un pasajero. Ahora, agregó: “En ese momento no sabía a qué iban. Que después me entero, porque Alex me contó”.
Eso, según Florencia, fue el martes posterior a los femicidios y previo al hallazgo de los cuerpos, cuando fueron a descartar el VW Fox en Quilmes juntos. “Le dije que me contara que es lo que estaba pasando, él me dijo que había comprado droga, no sé cuánto, pero varios kilos, y que dos días antes del hecho se habían robado la mercadería: casi 400 kilos de droga y me dijo: ‘Perdí plata’”.
¿Qué más fue lo que le dijo su amante, según sus dichos de este jueves? Que “le robaron la droga a Alex y a la gente que le habían comprado”, que el viaje que realiza con su tío y su amante “era para recuperar” los estupefacientes del ahora prófugo: “Yo no lo sabía, pero era para eso”.
“Alex me cuenta, después de todo, que la idea era apretar a un tipo para sacarle información de dónde estaba la droga, no lastimar a las tres chicas”, sostuvo y añadió: “Y me dijo que si hubiera sabido eso no me hubiera llevado, porque él no lo vio peligroso”.
Sobre por qué no dijo todo esto en su primera indagatoria: “Por miedo no pude contar toda la verdad, pido disculpas, pero, además, me sentía muy nerviosa”.
Al ser consultada por su situación procesal, Ibáñez expresó: “Me quieren implicar en algo que yo no hice”, y atribuyó su presencia en el vehículo Fox el día del hecho a una decisión de Alex. Negó haber estado en la casa de la calle Chañar y manifestó que cuando pasaron por allí particularmente lo recuerda porque “Alex pasó muy despacito, y de ahí salían una chica y un chico”.
Luego, confirmó que Matías Ozorio “estaba en la puerta de la casa” donde ocurrieron los femicidios, que su tío antes de que subieran al VW Fox “venía hablando con ‘El Loco’ David” y que a la vuelta de la propiedad del horror Alex se bajó del coche “habla con una persona y vuelve, fue muy rápido”.
Después relató que se “fueron a comprar dos hamburguesas”. Comieron ella y Sotacuro. Y, luego, dieron una vuelta y compraron un “sanguche de vacío en una parrilla que está en la vereda de una casa” y, como no tenían bebidas, Alex retrocedió hasta un kiosco y ella compró “una lata de cerveza”, más tarde otra en otro lugar.
“En este último kiosco habremos estado media hora, aproximadamente, hasta que le mandaron el mensaje a Víctor que espere tres horas y ahí es cuando Alex dijo que no quería esperar y nos volvimos”, narró sacando siempre a Sotacuro de la casa del horror.
Hay que recordar que Celeste en su declaración del miércoles lo ubicó a Sotacuro en la Chevrotel Tracker blanca en la que llegaron las víctimas. “Víctor siempre se quedó en el auto cuando fuimos a Florencio Varela. En los únicos momentos que bajo del VW Fox fue para comer la hamburguesa y en el kiosco para cambiarse de lugar con Alex, para manejar él”, amplió.
Y, acto seguido, reclamó: “Quiero aclarar que Celeste estaría mintiendo, dado que reconoce al que baja de la camioneta como acompañante como a Víctor, mi tío, lo cual es totalmente falso, porque en ese horario estaba conmigo dentro del VW Fox. Y que, además, ‘El Duro’, que todo el barrio lo conoce, es alguien alto y grandote, nada que ver a Víctor”.
Después de dar el nombre completo de Alex, de decir que lo ama, lanzó: “Quiero contar que en la primera indagatoria no lo dije por amor, que además de amor también fue miedo. Y aclarar que en ningún momento pertenecí ni cumplí ningún rol en este crimen, yo no iba a ir ni siquiera a ese viaje y me llevaron de casualidad porque yo ya estaba en el auto».
Según Florencia, comenzó a sospechar cuando le solicitaron formatear el celular de su tío a pedido de la esposa de Sotacuro, Débora, y que ella lo hizo con indicaciones de YouTube porque ya lo había hecho con el celular de su prima de 12 años.
