Cristian Jerónimo, en un encuentro con Juan Pablo Brey, Juan Murúa y Pablo Flores, entre otros

La nueva CGT todavía sigue en estado embrionario, pero las negociaciones de los sindicalistas están a pleno para terminar de definir la conducción que será elegida en el congreso del 5 de noviembre próximo. Una de las principales novedades es que un grupo de unos 20 gremios, que podrían llegar a 50, se empezaron a aglutinar en respaldo de Cristian Jerónimo (empleados del vidrio) como integrante del futuro triunvirato cegetista.

Los promotores de este nuevo sector sindical mantienen múltiples reuniones con un objetivo: apoyar la designación de Jerónimo en la futura CGT como emergente de una generación que representa lo nuevo y, a la vez, la experiencia en la gestión.

Uno de los más activos operadores de este espacio es Juan Pablo Brey, líder de la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA), quien junto con Jerónimo fue uno de los dirigentes alineados con Pablo Moyano en el Frente Sindical, aunque la renuncia del camionero a la CGT les dio autonomía a sus gremialistas afines.

En las últimas semanas, Jerónimo y Brey estuvieron con Guillermo Moser (Luz y Fuerza) y Omar Plaini (canillitas), por un lado, y con Pablo Flores (AFIP), Alberto Fantini (carne), Juan Carlos Murúa (plásticos), Juan Moreira (Ceramistas) y Mauricio D’Alessandro (FATUN), por otro, para reunir esfuerzos en favor de que Jerónimo, el candidato de Gerardo Martínez (UOCRA) y Andrés Rodríguez (UPCN) al triunvirato de la CGT, consiga más adhesiones.

Dicen que están en la misma sintonía desde un dialoguista como Sergio Sasia (Unión Ferroviaria) hasta ex “pablomoyanistas” duros como Graciela Aleñá (viales), e incluso insinúan que podrían sumarse filokirchneristas como Carlos Minucci (jerárquicos de energía) y Héctor Amichetti (gráficos).

Hay tanto optimismo que los impulsores de esta fracción sindical aseguraron a Infobae que llegarán a reunir entre 50 y 55 gremios en favor de Jerónimo y ya organizan una iniciativa de alto impacto: a mediados de octubre, todos sus integrantes posarán en una foto para graficar el poder que tienen.

Cristian Jerónimo, Juan Pablo Brey, Omar Plaini y Alberto Fantini, entre otros, reunidos en la Federación de la Carne

El sector kirchnerista, piloteado por Abel Furlán (UOM), apunta contra Jerónimo porque cree que si lo promueve un dialoguista como Martínez es el favorito del círculo rojo y será más tolerante hacia el gobierno de Javier Milei. Y, en la vereda de enfrente, Armando Cavalieri (Comercio) opina que en un esquema colegiado de conducción debe haber “gremios muy representativos” y Jerónimo lidera el sindicato de empleados del vidrio, de 16 mil afiliados.

Por eso este nuevo espacio transversal del sindicalismo buscará reunirse con Cavalieri y almorzará con otro dirigente renuente a avalar a Jerónimo como Luis Barrionuevo (gastronómicos).

Pero la idea es que otros miembros de esta corriente ocupen cargos importantes en el próximo andamiaje de la CGT. Por lo pronto, buscarán que Brey sea elegido secretario Gremial, un puesto estratégico, y proyectan que vuelvan a la central obrera sindicatos clave como los petroleros (ya hubo contactos con los dirigentes Marcelo Rucci, Jorge Avila y Mario Lavia).

Cristian Jerónimo, Juan Pablo Brey, Omar Plaini, Alberto Fantini y Pablo Flores, tras la reunión que mantuvieron el 24 de septiembre

De todas formas, nadie duda hoy que Jorge Sola (seguros) será otro miembro del triunvirato, aunque su principal promotor es Héctor Daer (Sanidad). Lo que entró en una zona de dudas es el tercer integrante: hasta ahora, parecía que iba a ser Maia Volcovinsky (judiciales) porque buscaban sumar a una mujer, pero no convence su perfil más duro y no está tan claro si es la principal candidata de Barrionuevo, aunque le dio protagonismo en su partido político, Trabaj.ar.

El tercer lugar del triunvirato podría ser otra vez para un hombre, pero es el más disputado: lo quiere nombrar Barrionuevo y Hugo Moyano dio señales de que apoya a Octavio Argüello (Camioneros) para que siga como cotitular. Si fuera así, se perfila una pelea para impedirlo: los promotores del nuevo polo sindical (que quieren escapar del rótulo de “jeronimistas”) apuestan a dar una imagen de una CGT renovada y Argüello es uno de los rostros de la cúpula actual.