El incendio forestal en el Cerro Azul afectó más de 200 hectáreas de vegetación sensible en un área protegida

Un operativo de búsqueda en el Cerro Azul, en Jujuy, terminó con el rescate de un montañista jujeño y con un incendio forestal que arrasó con cientos de hectáreas de pastizal de altura. La situación se inició el domingo 21 de septiembre, cuando el hombre comenzó un ascenso con destino a la cumbre. Alcanzó la cima, pero en el descenso las condiciones climáticas cambiaron: la densa niebla lo desorientó y quedó a la deriva en la montaña.

Durante tres días permaneció sin alimentos, sin agua y sin un refugio seguro. Según explicó el doctor Pablo Jure, del SAME 107, “tuvimos una situación especial con un jujeño que se perdió en uno de los cerros por problemas climáticos. Se diagramó un operativo junto a bomberos y conocedores de la zona para planificar el rescate y se realizó un trabajo aéreo con helicóptero”. El hallazgo fue posible porque el propio montañista encendió una fogata.

El humo llamó la atención de quienes sobrevolaban el área y permitió ubicarlo para concretar el rescate. “Desde el helicóptero no se ve nada, es muy difícil visualizar. Los animales se ven como puntos. El humo llamó la atención y permitió ubicarlo para el sobrevuelo y posterior descenso”, detalló Jure.

Ese gesto, clave para salvarle la vida, derivó también en un incendio que puso en riesgo al Parque Provincial Potrero de Yala. La Dirección de Incendios de Vegetación y Emergencias Ambientales informó que el fuego se inició a más de 3700 metros sobre el nivel del mar durante el extravío del deportista.

El humo de una fogata permitió ubicar a un montañista perdido en el Cerro Azul durante un operativo aéreo y terrestre

El siniestro alcanzó más de 200 hectáreas de pastizales, una superficie sensible para los ecosistemas de altura. El Ministerio de Ambiente y Cambio Climático remarcó que se trató de un incendio “controlado” tras el trabajo de brigadistas, bomberos, baqueanos, pobladores de la zona y un helicóptero del Sistema Nacional de Manejo del Fuego.

El operativo demandó la participación de 17 brigadistas, tres bomberos y habitantes de la región que se sumaron a la tarea. Según los informes oficiales, la línea de fuego fue contenida dentro de un perímetro de seguridad, evitando que se expandiera a nuevas áreas. Sin embargo, el Ministerio aclaró que todavía se mantenían sectores activos en el interior del área afectada, aunque sin peligro de avance.

Los vecinos de la zona también fueron protagonistas en el combate contra las llamas. Nicanor Gutiérrez, guía baqueano y residente, relató: “Esto se originó el día miércoles 24 de la semana pasada, después nos enteramos que había subido por Laguna de Yala un hombre, ahí está en los medios, un tal Carlos Blanco, que la intención de él era subir al Cerro Azul y bajar por un cordón que baja para el lado de Chañi, a un lugar que se llama Campo Molulo”.

El vecino explicó que la comunidad trabajó largas jornadas para colaborar con los brigadistas. “El día sábado, después de 12 a 13 horas muy duras, sacrificadas de trabajo, con los vecinos del lugar pudimos sofocar, anclar el fuego con la experiencia que tenemos la gente que vive en el cerro en las montañas pudimos sofocarle y cuando faltaba ya casi un kilómetro bueno, nos alcanzó gente de la brigada contra incendios que estaban en otro punto para el lado del río Lozano, nos alcanzaron ellos donde estaba mayormente el fuego, así que pudimos sofocarle el día sábado”, contó.

Las autoridades ambientales recordaron que es obligatorio anunciar previamente las actividades deportivas dentro del Parque Provincial Potrero de Yala y en otras áreas protegidas. La disposición apunta a evitar prácticas que pongan en riesgo tanto la seguridad de las personas como la biodiversidad de los ecosistemas.