Trabajadores del Hospital Durand denunciaron que en ese centro de salud porteño están quedando camas de terapia intensiva fuera de servicio por falta de enfermeros y enfermeras especializados. Aunque desde el Ministerio de Salud niegan la denuncia, los y las trabajadoras aseguran que la situación se extiende a todas las salas del hospital, pero que la situación más alarmante es en la terapia intensiva de pediatría, por la criticidad de ese servicio. Algunas salas, sostienen, quedan a cargo de dos enfermeros o enfermeras durante toda la noche con una falta de personal que termina recayendo en sobrecarga laboral para los franqueros.
Así lo indicó a este diario Héctor Ortiz, enfermero y delegado del Durand de la Agrupación Hospitales de ATE – Capital: “Estamos en un problema importante con este tema porque las camas se terminan bloqueando. Han bajado mucho las camas por falta de recurso humano en enfermería, que ya de por sí es escaso porque nos faltan muchos enfermeros en todas las salas, pero el tema se hace más crítico en las de terapia”, sostuvo. Según el recuento de los y las trabajadoras, la sala de terapia intensiva que tiene capacidad para diez camas está trabajando actualmente con siete camas porque no hay suficiente profesionales enfermeros para atender la capacidad completa.
La situación se vuelve más compleja en la terapia de pediatría: “Hay dos salas pediátricas de diez camas y actualmente están trabajando con una sola sala y con ocho camas habilitadas”, detalló Ortiz. En cuanto a la sala de terapia intermedia, “tiene una capacidad de veinte camas y están trabajando con diez”, según sostuvo el delegado, que agregó que “hay salas que quedan a cargo de dos enfermeras por noche que terminan agotadísimas“. Este diario consultó a fuentes de la cartera sanitaria porteña y negaron la denuncia de los y las trabajadoras: “Por el momento no tenemos registrado cierre o bloqueo de camas de terapia”, fue la respuesta, aunque sin mayores precisiones sobre la cuestión.
La versión se contrapone con el conteo detallado por sala que llevan día a dia los y las trabajadoras del nosocomio, que indican que la situación de falta de personal es crítica y que el peso termina recayendo en los sectores más precarizados de la salud, como los franqueros: “Ellos son los que más sufren porque de por sí es un personal muy escaso, pero además no se pueden tomar vacaciones, por ejemplo, porque no hay nadie que los reemplace y quedan obligados a hacer los llamados módulos de enfermería”, señaló Ortiz.
Los módulos en cuestión son las horas de enfermería que se realizan por fuera del horario de trabajo, es decir horas extras que, según denuncia el delegado, se realizan sin cobrar lo que correspondería en cualquier otro lugar por el trabajo fuera de servicio: “En realidad son horas extra que están encubiertas porque no se pagan como tales“, advirtió el delegado, que agregó que “la escasez del personal de enfermería es enorme, no sólo en las terapias sino también en la guardia o en las salas de neonatología”.
Ortiz aseguró que esta escasez de enfermeros y enfermeras es una problemática que atraviesa la mayor parte de los hospitales públicos de la ciudad. En el caso del Durand, señaló, “estamos hablando de un faltante de entre 50 y 60 enfermeros como mínimo y de entre 70 y 100 si se quiere trabajar con verdadera tranquilidad, descanso, que se puedan tomar las vacaciones como corresponde”.
El hombre advirtió que una de las principales razones de ese faltante de personal en enfermería es que el GCBA no incorpora a los y las nuevas enfermeras egresados al sistema público, por lo que se terminan yendo al sistema privado o a establecimientos de otras jurisdicciones: “En la Ciudad tenemos una escuela de enfermería como la del Hospital Cecilia Grierson que forma 300 enfermeros y enfermeras por año, pero el gobierno no los incorpora y se terminan yendo a otros lugares”, alertó.
La nueva denuncia de los y las trabajadoras por las camas fuera de servicio no es la primera que realizan por situaciones de funcionamiento deficitario del hospital del barrio de Almagro. En mayo de este año, por ejemplo, denunciaron que, en plena ola de calor y con cortes de luz, el centro de salud funcionaba sin ventiladores ni aire acondicionado, y que una sala de recuperación cardiovascular estaba cerrada desde hace tres años por falta de personal y pese a estar equipada; en diciembre de 2024, una pérdida de oxígeno obligó a evacuar a los trabajadores y pacientes del lugar, mientras que en mayo de ese mismo año denunciaron que la terapia intensiva debió cerrar por falta de mantenimiento, con los pacientes trasladados de un momento a otro a terapia intermedia.