La baja de derechos de exportación (conocidos comúnmente como retenciones) a 0% que el Gobierno aplicó a través del Decreto 682/25 resultó un engaño anunciado, de esos cuyo final se conoce antes de que empiece la película.

Se la quiso presentar como una medida en favor del campo, pero terminó siendo un regalo millonario a un puñado de exportadores concentrados, con un costo fiscal enorme que pagamos todos los argentinos.

Una estafa disfrazada

  • El decreto llevó a 0% las retenciones a granos y subproductos, luego incluyó carnes, “hasta el 31 de octubre o hasta liquidar U$7.000 millones, lo que ocurra primero”. El régimen se puso operativo el martes 23 de septiembre (el decreto salió el 22 de septiembre, y en su artículo 6 indicaba que la operación arrancaba al día siguiente). Sobre final del 24 de septiembre, ARCA informó que ya se había completado el cupo de los U$ 7.000 millones
  • Reducir las retenciones al 0% para ese monto de exportaciones, implicó que el Estado dejara de recaudar, aproximadamente U$1.497 millones.
  • Para anotar las exportaciones, las empresas exportadoras solo tenían que inscribir las DJVE (Declaraciones Juradas de Venta al Exterior), indicando qué comprador tenían en el extranjero, y a qué país de destino. Cabe señalar que una parte significativa de las exportaciones de este tipo son “intrafirma”, es decir, sucursales de una empresa transnacional en un país, comprándole a otra sucursal de otro país.
  • El decreto pide que, una vez presentadas las DJVE, en tres días las empresas ingresen los dólares. Es decir, que en los próximos días se espera el ingreso de esos U$ 7.000 millones.
  • En las DJVE no se ha pedido que las empresas tengan comprado el grano, por lo tanto las empresas ni siquiera salieron a comprarlo. Lo podrán hacer más adelante: pero le pagarán al productor “con el descuento de las retenciones”. Aunque ellos vendan sin ese descuento.
  • Pero, la Ley “Martinez Raymonda” 26.531 está vigente. Eso podría abrir un frente de litigio, como ha sucedido en otras ocasiones.

Las consecuencias de la maniobra

Queda claro que el objetivo del decreto era traer rápido una masa importante de dólares, ante la corrida de la semana pasada en la cual en los dos últimos días tuvieron que vender más de 1.000 millones de dólares-

Pero a ese objetivo evidente, el gobierno nacional lo quiso maquillar de, además, estar cumpliendo con un pedido de la mesa de enlace, de reducir las retenciones. Por eso, salieron a propagandizar que la medida beneficiaba al productor y a todo “el interior productivo”.

Lo cierto, es que ya de entrada quedaba claro, que incluso con el corto plazo de un mes, y dado el período del año, el productor promedio no se iba a ver beneficiado por esta medida. Pero todo fue incluso más grotesco. Porque la escasa duración de dos días dejó en claro que la rebaja solo sirvió para que el sector exportador aprovechara la oportunidad, y, con el compromiso de traer U$7-000 millones, manoteara para sí U$1.500 millones.

Cabe señalar, por si cabía alguna duda, que los productores no accedieron, de esta forma, a un beneficio real. En Rosario, la soja llegó a cotizar un 15% más solo dos días, y no fueron días que se concretaran millones de ventas.

En estas horas están apareciendo quiénes fueron los ganadores, pero la generalidad ya se conoce: las grandes exportadoras.

Cabe destacar, que la campaña venía a un ritmo de ventas relativamente normal, como campaña promedio. Es decir, que lo que el gobierno buscó fue adelantar la liquidación, que de todas formas se iba a dar en los meses subsiguientes. Al respecto, la campaña 24/25 ya tenía un nivel avanzado de comercialización —63% de la soja, 53% del maíz y 91% del trigo—. La comercialización fluía igual que años de relativa normalidad.

El párrafo anterior es importante para explicar que, no es que el gobierno consiguió U$ 7.000 dólares “más” sino que adelantó los que iba a tener en el transcurso de los meses subsiguientes, y que ahora ya no tendrá. En este sentido, está claro que toda esta medida se inscribe en su plan de “llegar hasta octubre”-

Por eso también queda claro, que la baja repentina de retenciones fue una decisión para conseguir dólares rápido ante una corrida, y con un fin electoralista.

Por supuesto, el otro aspecto que deja al descubierto todo este episodio, es que el gobierno destinó unos U$ 1.500 millones de recursos fiscales para un reducido grupo de empresas exportadoras, las grandes exportadoras cerealeras. En momentos donde el gobierno de Milei niega fondos adicionales aprobados por el congreso nacional, por ejemplo para las universidades o a la ley de emergencia en discapacidad alegando que, por un lado no tiene recursos y por el otro no está justificado de dónde se conseguirían, sin ningún tipo de justificación gasta una enormidad de recursos destinado a muy pocas empresas.

Por eso, el gobierno de Milei tiene que explicar por qué gastó esos recursos, y con qué objetivos. Hasta el momento no ha dicho nada al respecto. Queda claro, que esto empieza a convertirse en un verdadero escándalo.

Por supuesto, un último elemento debe indicarse: nada de esto que hizo el gobierno, mejora la situación de los millones de bonaerenses que ven que la plata no alcanza, que no se llega a fin de mes, de los trabajadores que el salario no les alcanza, de los jubilados cuyos ingresos tampoco alcanzan, ni de los comerciantes, o las pymes, que ven que no hay ventas, porque la economía sigue planchada- A todo ese escenario, este episodio le agregó un capítulo más de imprevisibilidad, de improvisación y de incertidumbre.

(*) Ministerio de Desarrollo Agrario de la provincia de Buenos Aires.