El británico Lewis Hamilton, siete veces campeón mundial de Fórmula 1, desobedeció una orden directa de la escudería Ferrari durante los momentos finales del Gran Premio de Azerbaiyán 2025 celebrado en Bakú, afectando el resultado final de su compañero Charles Leclerc.
Tal como se pudo comprobar a través de la transmisión desde su monoplaza, la instrucción del equipo se emitió de forma explícita en la radio: “Deja que Charles te adelante. Está a un segundo y medio de ti y es la última vuelta”.
Ferrari se encontraba en plena lucha de puntos en la recta definitiva de la carrera. Tanto Hamilton como Leclerc peleaban por posiciones secundarias tras un fin de semana complicado, marcado por la eliminación del piloto británico en la Q2 y varios errores colectivos. A pesar de que el equipo reiteró la indicación por radio con un “Déjale pasar”, el desenlace fue distinto a lo esperado. Hamilton aminoró la velocidad antes de cruzar la meta, pero terminó 0,464 segundos delante del monegasco, quedándose con el octavo puesto, mientras que su compañero reclamó el noveno.
Tras la bandera a cuadros, el equipo se disculpó directamente con Leclerc por la decisión no ejecutada. La reacción del piloto monegasco no se hizo esperar en la radio interna: “No me importa. Se trataba del octavo puesto. No pasa nada. Que se alegre por este octavo puesto. Es una estupidez porque no es justo. Pero de nuevo, honestamente no me importa”. Las declaraciones, sin embargo, evidenciaron la tensión y la mezcla de frustración e indiferencia del corredor de 27 años.
En declaraciones a la prensa, Lewis Hamilton reconoció posteriormente el episodio y admitió: “Fui más rápido y Charles fue lo suficientemente generoso como para dejarme pasar al final. Recibí el mensaje muy tarde para dejarlo pasar y estaba como ‘en la zona’ del coche que iba delante. Aunque había una probabilidad entre mil de que tuviera tiempo de pasar, aún tenía esperanzas. Levanté el pie del acelerador en la recta y frené, pero se quedó a cuatro décimas. Me disculpé con Charles al final de la carrera”.
A lo largo de todo el fin de semana, el rendimiento de Ferrari quedó lejos del objetivo. Hamilton partió desde el duodécimo lugar de la parrilla y aseguró: “Definitivamente no es aquí donde queremos estar. Al final, es un resultado decepcionante. Aun así, logré recuperar algunas posiciones desde el 12.º puesto, lo cual es positivo. Tuve una buena salida y creo que mi ritmo, en general, fue bueno”. El británico subrayó la dificultad que encontró para recortar distancias ante los punteros: “Tuve mala suerte. Sucede mucho este año, sin incidentes”.
El impacto deportivo de este roce resultó limitado en la clasificación general. Charles Leclerc mantiene una amplia ventaja sobre Hamilton en el campeonato de pilotos con 165 puntos, frente a los 121 acumulados del británico tras el GP de Bakú. La comparación interna favorece claramente a Leclerc con un balance de 13-4 en clasificaciones y 12-3 en las carreras.
En la tabla de constructores, Ferrari conserva la tercera posición del campeonato con 286 puntos, por detrás de McLaren y Mercedes, y apenas por delante de Red Bull. Esta situación alimenta la presión sobre la escudería italiana, que se encuentra bajo el escrutinio por la gestión de sus pilotos y la toma de decisiones estratégicas, como la protagonizada en Bakú.
Los protagonistas expresaron sus valoraciones con matices. Hamilton identificó la clasificación como un factor determinante para el resultado general: “Está claro que la clasificación es muy importante y la perdimos. Mira la Williams, donde clasificaron y terminaron allí. Pero hay muchos aspectos positivos que sacar, y sin duda es lo mejor del fin de semana, algo que intentaré tener presente para el próximo”.