Un repartidor de Rappi se ha convertido en protagonista de una de las anécdotas más insólitas y comentadas en las redes sociales, tras relatar en un video viral de Tiktok cómo una entrega aparentemente rutinaria terminó por revelar una excusa laboral inventada.
El trabajador, identificado en la plataforma como Josecito, narró que recibió un pedido poco habitual: una corona fúnebre destinada a una mujer, con una cinta que rezaba: “Para tu abuelita, con mucho cariño, que en paz descanse”.
El repartidor explicó que, aunque el encargo le resultó incómodo, aceptó realizarlo debido a la buena remuneración que tenía el traslado, pero no se imaginaba la situación con la que se iba a encontrar después de llegar al lugar.
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Al llegar a la dirección indicada, fue recibido por una joven en piyama, visiblemente sorprendida al enterarse de que el pedido era para ella. Según el relato, la destinataria reaccionó con desconcierto y preguntó insistentemente quién había enviado la corona, llegando incluso a persignarse y exclamar: “¡La sangre de Cristo tiene poder!”.
“Me acaba de salir un pedido de una floristería y llego y resulta que no es un ramo común… es una corona, esos círculos de flores para un funeral. Y en la cinta decía: ‘Para tu abuelita, con mucho cariño, que en paz descanse’. Y yo ahí un poco incómodo, pero lo llevo porque estaba bien pago. Y llego a la dirección y sale una tipa en piyama y yo le digo: ‘¿Señorita tal?’, y me dice: ‘Sí’. Entonces le dije: ‘Mire, este pedido para usted’. Y ella: ‘Ay, ¿cómo así? ¿Quién mandó eso?’ Y yo: ‘No, aquí dice su nombre, ¿usted se llama así, no?’, y me contesta: ‘Sí, pero ¿quién mandó eso? ¡La sangre de Cristo tiene poder!’, y se persigna“, contó el repartidor en el video.
La situación tomó un giro inesperado cuando el repartidor le mostró la dedicatoria de la corona, a lo que la mujer respondió: “¡Como yo ni abuela tengo!”.
Ante la confusión, el repartidor optó por comunicarse con el remitente del pedido para aclarar el malentendido y al contactar al responsable, al que identificó como “el ingeniero tal”, este le pidió que le pasara el teléfono a la destinataria para aclarar la situación, ya que la dirección y la persona eran correctas.
Durante la conversación entre ambos, quedó al descubierto el motivo real detrás del pedido: la joven había utilizado la supuesta muerte de su abuela como pretexto para no asistir a su trabajo y el repartidor, entre risas, comentó que la mujer “mató a la abuela, que ya estaba muerta, la volvió a matar”, advirtiendo sobre los riesgos de recurrir a excusas familiares para justificar ausencias laborales.
“Llamé y le digo al tipo: ‘Mire señor, estoy aquí en la dirección, pero la señorita me dice que ni abuela tiene, entonces usted se equivocó’. Y me dice: ‘¿Cómo así? Dígale que soy el ingeniero tal’. Y se la paso. Y la tipa: ‘¡Ay, qué pena!’ y se va a hablar con mi teléfono por ahí. Resulta que la tipa no fue a trabajar y mató a la abuela, que ya estaba muerta, la volvió a matar (risas). Señores, déjense de esa vaina. Si no van para el trabajo, digan la verdad, no estén matando a sus familiares porque mira lo que pasa», puntualizó el domiciliario de Rappi.
La historia, que rápidamente se viralizó en TikTok, ha generado reacciones de humor y reflexión sobre las situaciones insólitas que enfrentan los repartidores de aplicaciones y la creatividad de algunas excusas laborales. Tras el incidente, el repartidor sugirió con ironía que la joven no solo perdió a su abuela ficticia, sino también su empleo, aunque en realidad no se sabe qué sucedió con la destinataria y su empleo.