El juicio por abuso sexual contra Claudio Contardi, expareja de Julieta Prandi, tuvo este jueves en el centro de la escena el pedido de prisión preventiva para el empresario, pero finalmente el tribunal rechazó la solicitud por considerar que se trataba de una medida “prematura”. De todas maneras, los magistrados hicieron lugar a los demás planteos de los abogados de la conductora televisiva y ordenaron una restricción de acercamiento de 300 metros. Durante la jornada de este viernes tendrán lugar los alegatos y, posteriormente, el tribunal tendrá 5 días para fallar. “Me estuve preparando estos cinco años para llegar a este momento, ahora siento alivio y una descarga enorme”, aseguró la actriz.
En diálogo con la prensa desde la puerta de los tribunales de Campana, Baños aclaró que actualmente “hay tres pedidos en forma subsidiaria”. En primer lugar, la solicitud de prisión preventiva, en segundo lugar “una medida de protección” y en tercer lugar, que se garantice que el imputado se presente mañana en la audiencia. Además, detalló que solicitaron la renovación de la restricción de acercamiento, que se encontraba vencida.
Durante la jornada declaraciones testimoniales, la actual pareja de Prandi, Emanuel Ortega, relató el estado de vulnerabilidad en el que se encontraba la modelo y actriz cuando era víctima de la violencia de género ejercida por Contardi. A raíz de las conductas agresivas que tuvo el empresario para con Prandi, solicitó que la Justicia tome las medidas de resguardo necesarias para preservar su integridad física y emocional.
La escandalosa afirmación de Claudio Contardi
En medio de un juicio marcado por testimonios dolorosos, demoras judiciales y un cuarto intermedio por fuga de gas, Contardi dejó caer una frase que desató un nuevo sismo en Tribunales: “Nunca abusé de ella sin su consentimiento”. La declaración, que según la actriz fue pronunciada por su exmarido ante el tribunal, se volvió el centro de la segunda audiencia del proceso que lo juzga por abuso sexual agravado y violencia de género.
“Fue justicia divina. Su inconsciente lo delató y lo celebro”, dijo Prandi al salir de la sala, visiblemente conmocionada, pero firme. La actriz llegó acompañada por su abogado, Javier Baños, y su actual pareja, Emanuel Ortega. Minutos antes, Contardi había insistido ante los medios en su inocencia: “El tiempo lo va a demostrar. Hicimos notas divinas con mi familia. No sé por qué me denunció”.
Un juicio cargado de tensión
La segunda jornada del juicio se desarrolló en el Tribunal Oral en lo Criminal N°2 de Zárate-Campana y estuvo marcada por la declaración de varios testigos, entre ellos una amiga de la víctima, dos peritos y el encargado de seguridad del barrio cerrado donde vivía la pareja. Sin embargo, la jornada se vio interrumpida por una insólita fuga de gas que obligó a evacuar el edificio. “Ni siquiera llamaron a los bomberos”, denunció Baños, cuestionando la respuesta del tribunal.
Contardi, por su parte, desplegó un discurso que osciló entre el intento de mostrar una familia ideal y una defensa endeble. Habló de su historia con Prandi, recordó cómo se conocieron y aseguró que jamás habló mal de la madre de sus hijos. Pero para la actriz, el juicio representa mucho más que una confrontación legal: “No hay condena que equivalga a los años que me robó y a la no vida que tuve que transitar”, sostuvo.
La justicia como reparación
Desde la puerta del tribunal, Prandi contó sus sensaciones tras dar su declaración ante los magistrados. “Sería más fácil que una pudiese poner en un proyector los recuerdos, pero ponerlo en palabras es duro, poner el cuerpo y volver a revivirlo te destruye, hay que luchar con los fantasmas y los miedos todos los días”, relató.
Durante años aseguró que se sintió paralizada por la vergüenza. “Yo me sentí secuestrada, a mí me robaron 20 años de vida”, disparó. Ahora, con el juicio en marcha, siente que empieza a cerrar una etapa. “Estoy feliz, ansiosa, con esperanza, con la mirada de que esto tenga un cierre, porque necesito que esto tenga un buen cierre”, afirmó.