El 23 de julio, un pirata informático anunció que había obtenido un terabyte de datos de Naval Group, propiedad del Estado francés y de Thalès, que diseña, construye y mantiene en condiciones operativas los submarinos de disuasión nuclear franceses. Por el momento (y probablemente seguirá siendo así) es imposible verificar esta declaración, que merecería toda la atención pública si se confirmara que el pirateo afectaba, como se ha afirmado, al código fuente de los sistemas de gestión de combate 1.

Sin embargo, no es por este motivo por lo que los submarinos nucleares lanzadores de misiles han ocupado la prensa y la opinión pública en los últimos días, sino por el anuncio del presidente de los Estados Unidos del despliegue de dos de ellos, en respuesta a las provocaciones del expresidente ruso Dmitri Medvédev.

Este viernes 1 de agosto, a una hora ya avanzada en Moscú, Donald Trump dirigió dos mensajes a los responsables rusos a través de su red social TruthSocial.

En el primero, afirmaba que, según los datos de que disponía, 20.000 soldados rusos habían muerto en el frente ucraniano sólo durante el mes de julio, lo que elevaba las pérdidas rusas a 112.500 soldados desde el inicio de la guerra 2. Esta cifra sigue siendo inferior a la estimación más fiable hasta la fecha, proporcionada por Mediazona, que avanza la cifra de 121.507 muertos confirmados, con un balance probable de 165.000 muertos 5.

El martes 29 de abril de 2025, durante una sesión titulada «Nuestro mundo peligroso: ¿quién es responsable y qué hacer?», celebrada en el Museo de la Victoria de Moscú, Dmitri Medvédev habla ante una imagen de Donald Trump herido tras un intento de asesinato, proyectada en el fondo.

2 — ¿Por qué Trump apunta a Medvédev?

La disputa verbal entre Donald Trump y Dmitri Medvédev, que se ha desarrollado en las redes sociales y en la prensa, no ha dejado de crecer durante más de un mes.

Lo que sigue sorprendiendo es que, a pesar de ser un expresidente, Medvédev es hoy un personaje marginal que destaca por su retórica extrema. Según el Moscow Times, no sería más que un «provocador dentro del régimen», sin poder ejecutivo real y totalmente dependiente del Kremlin 6, es decir, una figura extravagante sin influencia real, cuyas posturas ultranacionalistas sirven sobre todo para poner a prueba líneas de propaganda sin comprometer directamente a Vladimir Putin.

¿Por qué se molesta Donald Trump en comentar las declaraciones de un expresidente, hoy privado de poder e influencia, cuyas funciones como vicepresidente del Consejo de Seguridad de la Federación de Rusia no le ofrecen ningún margen de maniobra política?

Según Grigorii Golosov, profesor de ciencias políticas en la Universidad Europea de San Petersburgo, Medvédev es un blanco fácil para Trump, ya que le permite criticar a los responsables políticos rusos sin atacar personalmente a Vladimir Putin: «Trump busca a alguien a quien criticar en Rusia, pero aún espera llegar a un acuerdo con Putin sobre Ucrania» 7.

A principios de junio, los primeros intercambios entre Trump y Medvédev a través de las redes sociales versaron sobre el programa nuclear iraní. Sin embargo, no dieron lugar a la escalada verbal que se produjo un mes más tarde, a principios de julio, cuando Medvédev respondió a las críticas de Putin por parte de Donald Trump:

«El estadounidense vuelve a divertirse en su columpio político favorito. ‘Estoy contento con mi conversación con Putin’, ‘No estoy contento con mi conversación con Putin’, ‘No enviaremos nuevas armas a Ucrania’, ‘Enviaremos muchas armas a Ucrania para su defensa’.

¿Cómo debemos reaccionar ante todo esto? Como lo hemos hecho en el pasado. Como lo hacen nuestros combatientes.

Como lo hace nuestro comandante en jefe.

De ninguna manera.

Debemos seguir cumpliendo los objetivos de la operación militar especial.

Recuperar nuestras tierras.

Trabajar por la victoria». 8

3 — El ultimátum del 7 (o 9) de agosto

Unos días más tarde, el 22 de julio de 2025, Dmitri Medvédev volvió a comentar las declaraciones del presidente estadounidense afirmando: «Cada nuevo ultimátum es una amenaza y un paso más hacia la guerra. No de Rusia con Ucrania, sino con su propio país» 9.

Durante su campaña electoral, el presidente Trump proclamó que pondría fin a la guerra en Ucrania en cuestión de días, tan pronto como llegara al poder.

Más de seis meses después de su regreso a la Casa Blanca, el 28 de julio envió un ultimátum de «diez o doce días» a Rusia, concluyendo su mensaje con una nota que no debe hacer optimista al bando ucraniano: «Esta es la guerra de Biden, no la de TRUMP. ¡Yo sólo estoy aquí para ver si puedo ponerle fin!» 10.

En una publicación sobre la continuación de los intercambios económicos entre la India y Rusia —empezando por las compras de petróleo ruso—, dos países a los que calificó de «economías muertas» (dead economies), Donald Trump volvió a responder el 31 de julio a las provocaciones de Medvédev pidiéndole que «cuidara sus palabras», ya que estaba entrando «en terreno peligroso».

En este contexto, Medvédev publicó el mensaje que encendería la mecha y empujaría al presidente estadounidense a desplegar sus submarinos nucleares:

«Sobre las amenazas de Trump hacia mi persona, publicadas en su red personal Truth, a la que él mismo ha prohibido el acceso desde Rusia:

Si unas pocas palabras de un expresidente de Rusia bastan para provocar una reacción tan nerviosa por parte de un presidente estadounidense tan temible, esto confirma que Rusia tiene razón en todos los aspectos y perseverará en el camino que ha elegido.

En cuanto a las ‘economías muertas’ de la India y Rusia y a la ‘entrada en terreno peligroso’, que recuerde sus películas favoritas sobre ‘muertos vivientes’, sin olvidar tampoco lo peligrosa que puede ser la ‘mano muerta’» 11.

4 — Ante la escalada verbal, el silencio del Kremlin

El anuncio de Donald Trump constituye, por tanto, una respuesta a una amenaza nuclear explícita —la «mano muerta» mencionada por Medvédev (Perimetr en ruso, Dead Hand en inglés) es un sistema creado bajo la Unión Soviética que permite desencadenar automáticamente una respuesta nuclear masiva en caso de un ataque nuclear devastador contra el territorio ruso—.

En general, los principales responsables rusos han respondido con silencio a estos acalorados intercambios y a la brutal respuesta de Donald Trump.

El viernes, en una rueda de prensa conjunta con el presidente bielorruso, Vladimir Putin se limitó a pedir que se prosiguieran las negociaciones en un ambiente sereno: «Para lograr una resolución pacífica de la cuestión, es necesario organizar discusiones en profundidad, no en público, sino con calma, respetando el proceso de negociación» 12.

Ni Dmitri Peskov, ni Maria Zakharova, ni Serguéi Lavrov, ni los presentadores de las principales cadenas de televisión rusas han comentado la reacción del presidente estadounidense.

Hasta la fecha, los únicos comentarios han procedido de algunos diputados rusos, en su mayoría bastante desconocidos, como Victor Vodolatski, vicepresidente primero de la Comisión de la Duma para Asuntos de la Comunidad de Estados Independientes, Integración Euroasiática y Relaciones con los Rusos en el Extranjero, quien declaró a la agencia rusa TASS:

«¿Por qué Trump ha reaccionado así a las palabras del vicepresidente del Consejo de Seguridad? Nadie lo sabe. Una vez más, ha demostrado ante el mundo que tiene la ‘porra nuclear’ en sus manos. Se trata de un método puramente intimidatorio, pero aún no se puede hablar de amenaza de acción directa. Sobre todo, es inútil intimidar a Rusia. Quienes lo han intentado en el pasado han acabado acudiendo al Kremlin para firmar acuerdos de amistad y buen entendimiento» 13.

Por parte de los analistas políticos y estratégicos rusos, el anuncio de Donald Trump también fue recibido con cierto escepticismo. Fiodor Lukianov, redactor jefe de la revista Russia in Global Affairs, subrayó que no hay que dar demasiada importancia a los caprichos de un presidente cambiante e irascible.

«Trump, como es sabido, redacta él mismo sus publicaciones en línea y reacciona de forma, digamos, emocional, humana y espontánea. Creo que las Fuerzas Armadas y la Marina de los Estados Unidos deben de haber descubierto su último mensaje con cierta estupefacción. Si este intercambio de opiniones continúa y Trump tiene intención de seguir respondiendo, probablemente tendrá que empezar a emprender acciones concretas, de una forma u otra. Pero, en mi opinión, por ahora todo queda en palabras» 14.

En la misma ocasión, Dmitri Medvédev, vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso y líder de Rusia Unida, pronuncia un discurso en el Museo de la Victoria de Moscú con una imagen de la Orden de la Victoria como telón de fondo.