Millones de jóvenes de todo el mundo llegarán a Roma en estos días para participar a partir del 28 de julio y hasta el 3 de agosto del Jubileo de los Jóvenes, uno de los tantos mini-jubileos organizados por la Iglesia Católica en este año dedicado, por decisión del Papa Francisco, al Jubileo de la Esperanza. La esperanza debe ser revitalizada, sostiene la Iglesia, en estos años de peligros y angustias tremendas por la pandemia de covid que destrozó física y mentalmente a mucha gente pero también por las guerras y el hambre existente en varias partes del mundo. Es necesario además, y por eso parte del Jubileo está dedicado a los jóvenes, que ellos, en cuyas manos está el futuro de la Iglesia y del mundo, tengan nuevamente la esperanza de que las cosas pueden cambiar y mejorar.

Para la duración de todo el año jubilar se estimó en un principio que llegarían a Roma más de 30 millones de peregrinos venidos de todo el mundo. Hasta ahora han venido unos 17 millones de personas, según informó monseñor Rino Fisichella, uno de los principales encargados del Jubileo, en una rueda de prensa. Se calcula que para este nuevo Jubileo vendrán más de un millón de chicos de 146 países del mundo, el 68 por ciento de ellos de Europa, pero también de zonas en guerra como Líbano e Irak.

El 28 de julio se espera la llegada de la mayor parte de ellos (aunque se supone que el número aumentará el sábado y domingo ante la presencia del Papa León), provenientes de países europeos pero también de Argentina, Perú, Brasil, Filipinas, Indonesia y Burkina Faso, entre otros. También estarán presentes unos 1.500 jóvenes de Corea del Sur, precisó monseñor Fisichella, país donde se hará la próxima Jornada Mundial de la Juventud en 2027.

El programa del Jubileo

En el Angelus de este domingo, que el Papa celebró en torno al mediodía, León XIV saludó en tres idiomas ( italiano, inglés y español) a los jóvenes que ya empezaron a llegar y les deseó que el Jubileo sea “una oportunidad para encontrar a Cristo”. Se espera la llegada e instalación de los jóvenes en los distintos alojamientos el 28 de julio. Ese día por la tarde, León XIV recibirá en audiencia en el Vaticano a un grupo de jóvenes de Perú, el lugar donde él trabajó y vivió más de 20 años. Por ahora no se sabe de otras audiencias a jóvenes.

El 29 de julio, muchos de los jóvenes atravesarán por la mañana la Puerta Santa de la basílica de San Pedro, lugar histórico de los Jubileos. A las 19 horas locales, monseñor Fisichella celebrará una misa de bienvenida en la Plaza de San Pedro del Vaticano. El 30 y el 31 está previsto un evento llamado “Diálogo con la ciudad” que incluye numerosas actividades culturales como la visita a famosas iglesias de Roma y museos, pero también conferencias y conciertos de personajes conocidos como el trío italiano “Il volo”, el bailarín español Sergio Bernal, el coro Hakuna Group Music nacido en Brasil para la Jornada Mundial de la Juventud de 2013, a la que asistió el Papa Francisco poco después de haber sido elegido Pontífice.

El viernes 1 de agosto se celebrará una jornada de penitencia en un lugar histórico de la antigua Roma, el Circo Máximo. El sábado 2 de agosto los jóvenes se desplazarán a Tor Vergata donde desde la tarde podrán escuchar conciertos y testimonios de jóvenes de distintos países. A las 20:30 comenzará la vigilia de plegaria con el Santo Padre que llegará allí en helicóptero. Será la primera vez que el Papa León mantiene una encuentro así de numeroso con jóvenes. El Papa León escuchará y responderá las preguntas de los chicos. Se sabe que se abordará el tema de la amistad, del futuro y de la esperanza.

Otro tema del que se hablará seguramente es sobre los dos jóvenes italianos, Piero Giorgio Frassati (muerto a 20 años) y Carlo Acutis (muerto a 15 años), que serán canonizados el 7 de setiembre, y del recientemente beatificado Floribert Bwana Chui, asesinado a los 20 años en el Congo, porque trabajaba para la organización católica San Egidio y se resistía a la corrupción. Los tres jóvenes son considerados ejemplos en el catolicismo por su ayuda a los pobres. Todos los chicos dormirán esa noche en el parque de Tor Vergata que ha sido preparado para ellos con toldos, carpas y bolsas de dormir. El domingo 3, el Papa León celebrará a las 9 de la mañana, en Tor Vergata, la misa final de este Jubileo.

Los alojamientos

Los peregrinos serán alojados en distintas partes de la ciudad que han sido especialmente preparadas para ellos. Se habla de 40 mil jóvenes que serán alojados en unas 400 escuelas y en otros lugares como gimnasios, edificios y familias. Pero también serán recibidos en 370 parroquias. En la Feria de Roma (un lugar expositivo de industrias italianas que funciona casi exclusivamente para las exposiciones programadas) han sido preparadas 25 mil camas para alojarlos, según precisó en la rueda de prensa el alcalde Roma, Roberto Gualtieri, que junto a otros representantes de la ciudad y de la región han trabajado activamente para facilitar el Jubileo.

Se informó asimismo que se han preparado 2.760 baños y 2.660 lugares donde podrán recargar celulares y computadoras. Se cuenta con 5 millones de botellas de agua y 70 nebulizadores, aparatos que sirven para refrescar y purificar un poco el ambiente, dado el calor de Roma. Las medidas de seguridad han sido multiplicadas en todos los casos, para lo cual se cuenta con tres mil voluntarios de la Protección Civil y mil agentes de la Policía local , entre otros, según precisó Gualtieri, además de miembros de la Guardia Civil española, la Gendarmería francesa y la Policía Nacional polaca que también colaborarán.

El tema de la protección de la salud estará también presente dado que julio y agosto son los dos meses más calientes del verano europeo y este año particularmente. Para esto se contará con 43 ambulancias con médicos y enfermeras, 12 centros de asistencia sanitaria y tres pistas de aterrizaje para helicópteros para casos de emergencia. Uno de los eventos más importantes de este Jubileo se realizará en el parque de Tor Vergata, una explanada con una Iglesia bastante alejada del centro de Roma pero no muy lejos de la Universidad de Estudios de Roma Tor Vergata fundada en 1982. En esa zona en el año 2000, el Papa Juan Pablo II celebró la XV Jornada Mundial de la Juventud.

El Jubileo de la Esperanza en la historia

El Jubileo de la Esperanza fue inaugurado el 24 de diciembre pasado cuando el Papa Francisco atravesó la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro en el Vaticano. Según Francisco, que fue quien eligió el nombre, “debemos tener encendida la llama de la esperanza y hacer de todo para que cada uno retome la fuerza y la certeza para mirar al futuro con el alma abierta, el corazón lleno de confianza y la mente visionaria”.

El Jubileo tiene una larguísima historia desde los orígenes del cristianismo. Según algunos historiadores, su origen es judío, como sucede con varios de los ritos que el cristianismo adoptó para sí mismo. Para los judíos se trataba de un año de reposo de la tierra, que se celebraba cada 50 años, y cuyo objetivo era mejorar los cultivos. En el cristianismo, el Papa Calixto II en 1126 fue uno de los primeros que celebró un Jubileo en honor del apóstol Santiago. Sucesivamente, numerosos Papas celebraron el Año Santo.

Bonifacio VIII en 1299-1300, mediante una bula papal, estableció que el Año Santo concedía la indulgencia plenaria (es decir el perdón de todos los pecados) y se debía repetir cada 100 años. Algunos Papas sucesivos redujeron el período a 50 años, a 33 años y luego a 25 años. El último Jubileo Ordinario se realizó en Roma en el año 2000, durante el papado de Juan Pablo II.

en cada uno de los Jubileos la celebración más importante es la apertura de la Puerta Santa de parte del Pontífice, una puerta de la basílica de San Pedro que queda completamente sellada con una pared los años en que no hay Jubileo. Dentro de esa pared hay una caja con las llaves de la puerta y por eso, para abrir la Puerta Santa en el próximo Jubileo, se debe destruir la pared.

Pero hay también Jubileos Extraordinarios que pueden ser decididos por el Papa cuando lo considera necesario. El Papa Francisco decidió varios Jubileos Extraordinarios, el primero en 2015 para conmemorar los 50 años del Concilio Vaticano II que cambió tanto la Iglesia. Y por primera vez en la historia, a la apertura de la Puerta Santa en ese momento, asistieron dos Papas, Francisco y el Papa emérito Benedicto XVI que había renunciado dos años antes.