Samsung fue siempre pionero en varias de las innovaciones en los smartphones, y entre estas innovaciones, generó el primer gran empujón a cambiar el tradicional y aburrido formato “barra” de los teléfonos actuales con el lanzamiento del primer smartphone plegable, el Galaxy Fold en 2019. Este equipo inicialmente tuvo varios problemas con su pantalla y otros detalles, pero claramente era el primer paso a lo que podría llegar en el futuro. Luego, la empresa coreana fue perfeccionando ese primer diseño tipo libro… pero a cuentagotas: los cambios entre el Fold 3 y el Fold 6 no eran tan llamativos. Se achicaron las bisagras, se mejoró la pantalla interna, pero en nuestro caso, que fuimos usuarios del Fold 3 y el Fold 5, la gran desventaja de su uso como equipo diario radicaba en cuán ancho era y lo angosta que resultaba la pantalla frontal al usarlo cerrado.

Por eso es que hoy nos vamos a dedicar a hablar un poco más en profundidad de lo que presentó Samsung hace pocos días: el Galaxy Z Fold7. Durante la presentación internacional, pudimos probarlo en las oficinas de la empresa durante unas horas.

La virtud del Galaxy Z Fold7 es que cuando está cerrado tiene las dimensiones generales y el peso de un smartphone convencional

Si bien no realizamos aún una reseña completa como para ver su rendimiento, en esta nota nos vamos a centrar en su factor de forma y comodidad en su uso: el nuevo tamaño, el peso, el grosor. Porque este equipo llega con varios cambios en ese punto y realmente se sintió por primera vez diferente a lo anterior y por varias razones.

La potencia

Si bien los Fold son de los equipos más caros que se pueden conseguir (en este caso, a 2000 dólares como precio internacional inicial), generaciones anteriores no estaban a la altura de lo último en cuanto a potencia. En este caso, el Fold7 viene con el mejor procesador disponible en Android, el Snapdragon 8 Elite para Galaxy, y con lo último en software, con Android 16 (la versión que acaba de salir) One UI 8 y todos los servicios de Gemini IA y Galaxy AI. Donde quizás puede dejar un poco que desear es en su batería, de solo 4400 mAh; sigue sin traer cargador en la caja y tampoco ofrece carga rápida de más de 25 watts, a diferencia de sus competidores.

Las mitades del Galaxy Z Fold7 de Samsung tienen apenas 4 mm de espesor

El tamaño y diseño

Esta vez al probarlo realmente no sentimos una diferencia sustancial, por ejemplo, contra el Galaxy S25 Ultra tradicional (y es algo buenísimo). El equipo cerrado tiene un grosor de 8,9mm, que es casi lo mismo que un smartphone de gama alta como el Galaxy S25 Ultra (8,3 mm), por lo que no sentiríamos diferencia al usarlo en formato cerrado en la mano. Esto lo hace más cómodo y más portable con 215 gramos de peso, cosa que los anteriores no daban esa sensación. Como referencia, el Galaxy Fold6 tiene un grosor de 12 mm cerrado, y pesa 239 gramos: el Fold7 es mucho más liviano y delgado que su antecesor, hasta el punto de que cerrado tiene las mismas dimensiones generales que un teléfono convencional.

Hay un truco acá, eso sí, que tiene que ver con las cámaras: sobresalen más del resto del equipo que las de un teléfono normal (ahí el grosor es de 14,5mm), así que el Galaxy Z Fold7 es todavía más inestable cuando se apoya sobre una mesa que los predecesores u otros smartphones que no son plegables.

A la izquierda, un Galaxy Z Fold7 de Samsung; a la derecha, un Galaxy S25 Ultra

Una vez abierto, el equipo se siente tan delgado que parece casi imposible de lograr esa ingeniería: los dos paneles tienen apenas algo más que 4 mm cada uno, algo bien notable en el conector USB-C, ya que es imposible hacerlo más delgado.

La pantalla interior, ahora de 8 pulgadas, se ve bien, se siente bien y es funcional para trabajar en más área de pantalla o jugar juegos. Con el tema de las películas y series es discutible, porque si bien la pantalla es más grande, como tiene un formato cuadrado, en series y quedan en negro los bordes superior e inferior, lo que nos da un tamaño de imagen que no es mucho más grande de imagen que la de un smartphone regular, salvo que pongamos el video a pantalla completa, en cuyo caso perderemos bastante de los bordes derecho e izquierdo si el video está en formato 16:9 (tipo TV).

Samsung cambió todo el diseño de los componentes internos del Galaxy Z Fold7 para lograr hacerlo muy delgado y liviano, y que se aproveche su pantalla interna de 8 pulgadas (Photo by Jung Yeon-je / AFP)

Pero dicho esto, para visitar webs, ver redes sociales, o jugar, aporta muchísima la diferencia (si las apps están adaptadas como corresponde) entre la pantalla externa de 6,5 pulgadas y la interna de 8 pulgadas.

El último gran punto de los cambios lo tenemos en la pantalla frontal. Como te contamos, en generaciones anteriores del Galaxy Fold la pantalla delantera era funcional para ver mensajes y, chequear info, algo así como funciona la de los Flip, o los “plegables con tapita”. Pero en los Fold era tan angosta que escribir en ella o leer en ella no era lo más cómodo del mundo.

La diferencia de grosor entre el smartphone plegable Galaxy Fold original de 2019 y la versión Fold7 de 2025

Ahora la pantalla exterior usa un panel Dynamic AMOLED 2X de 6,5 pulgadas con formato 21:9 (estándar), que tiene protección Corning Gorilla Glass Ceramic 2, se extendió y ensanchó a tal punto que tiene un cuerpo similar a los smartphones Motorola, por ejemplo, y permite fácilmente escribir o trabajar. Esto, sumado a que cerrado es casi igual de ancho que un smartphone común, hace que por primera vez los Fold se sientan como un teléfono regular que se abre y se transforma en tablet.

Ductilidad sin peso ni grosor

¿Querés trabajar con una tableta? Abrís el equipo y tenés una pantalla de 8 pulgadas. ¿Querés usarlo como un equipo normal? Tenés una pantalla de 6,5 pulgadas de formato estándar, así que todas las aplicaciones se van a ver bien. Ese es el acierto del Fold7 respecto de los modelos anteriores: la penalización por tener un teléfono de doble pantalla es mínima (si nos olvidamos del precio, claro).

El Galaxy Fold7 tiene una nueva pantalla plegable interna de 8 pulgadas, más grande que la del modelo anterior, de 7,6 pulgadas

Es importante aclarar que toda esta tecnología de diseño tiene algún que otro punto en contra, como por ejemplo que su protección no es IP68, como otros equipos de menor precio, sino que es sólo IP48, resiste muy bien al agua, pero no tanto al polvo.

Este equipo sin dudas es uno de los que más exprimen la ingeniería del diseño, y esto no viene gratis. Será uno de los teléfonos más caros de la marca en el país, pero es sin dudas lo más innovador que se puede comprar en la Argentina a partir de agosto, aun con precios a confirmar pero con planes de cuotas y vouchers. El precio internacional es de 2000 dólares; como referencia, el Galaxy S25 Ultra, que tiene un precio oficial internacional de 1300 dólares (aunque hoy puede conseguirse por 1000 dólares) tiene un precio local que ronda los 3 millones de p esos.