El costo de la Canasta Básica Total (CBT) subió 1,6 por ciento en junio, mientras que la Canasta Básica Alimentaria (CBA) aumentó 1,1 por ciento, según lo informó el Indec, este lunes. En ambos casos se registró una leve aceleración respecto de mayo, aunque los niveles se mantuvieron moderados.
La CBT determina la línea de pobreza, por lo que una familia tipo (dos adultos y dos niños) necesitó 1.128.398 pesos para no ser considerada pobre. En tanto, para no caer en la indigencia, esa misma familia requirió 506.008 pesos, valor que surge de la CBA, basada en las necesidades nutricionales mínimos de un adulto varón.
El valor de la CBT se calcula ampliando la CBA mediante un coeficiente que incorpora otros gastos esenciales como transporte, salud, vestimenta y servicios. De este modo, ambas canastas reflejan los umbrales mínimos de subsistencia en el país.
En el acumulado del primer semestre, la CBA subió 12,6 por ciento y la CBT 10,1 por ciento, lo que implica en los dos casos crecieron por debajo de la inflación general, que fue de poco más del 15,0 por ciento entre enero y junio.
El dato que arrojó el Índice de Precios al Consumidor (IPC), en el sexto mes del año, sorprendió al ubicarse por debajo de lo que esperaba el mercado: 1,6 por ciento, apenas encima del 1,5 por ciento de mayo pasado. Dentro del indicador se destacó el aumento contenido de 0,6 por ciento en alimentos y bebidas no alcohólicas, el rubro con mayor peso en la medición de pobreza e indigencia. Además, el IPC núcleo subió menos del 2,0 por ciento y registró su menor variación desde mayo de 2020.