En menos de un mes, una mujer de Rosario fue acosada en reiteradas ocasiones y bajo distintas modalidades para que abandonara su vivienda, por un joven que hasta mayo pasado había estado en prisión cumpliendo una condena por robos. La secuencia de amenazas culminó con la imputación del sujeto ligado a un clan dedicado al narcomenudeo.
En la noche del 27 de junio pasado, un mensaje intimidatorio arrojado a la entrada de la casa selló la escalada de presiones. La nota, que en apariencia reclamaba que la víctima “pacíficamente desocupe la casa”, también amenazaba con “plomo o fuego” en caso de no obedecer y ponía en peligro a familiares de la mujer. Para la investigación, el responsable era un chico con antecedentes penales cuya familia estaba involucrada a la distribución de drogas en el sector.
La denuncia, la evidencia recolectada y la intervención de la Justicia derivaron en la imputación formal del sospechoso y su regreso preventivo a prisión, apenas semanas después de haber recuperado la libertad. El acusado, identificado como G.L., había cumplido varias condenas unificadas por robos cometidos cuando era menor de edad.
El detenido tiene un parentesco con Marcelo “Frentudo” Fernández, preso desde noviembre en el marco de una causa por liderazgo de banda de narcomenudeo y conocido por haber protagonizado en 2017 un enfrentamiento con efectivos de la comisaría 30ª, según informó el portal del diario La Capital.
La causa encabezada por el fiscal Pablo Socca señaló que el 15 de junio, alrededor de las 16, G.L. se presentó en una vivienda de la zona noroeste de Rosario, se identificó como el propietario y exigió a la moradora que abandonara el lugar. De acuerdo con la imputación, el hombre la amenazó señalando que en corto plazo “bajaba la gente de un tal Sapo y que ellos no hablan”, en un mensaje asociado a organizaciones criminales de la zona.
Según el fiscal, a la 1 de la madrugada del día siguiente el acusado volvió al domicilio y le gritó a la víctima: “Salí que quiero hablar con vos”. El funcionario también indicó que, aproximadamente dos años atrás, el imputado la había llamado por teléfono y le advirtió que, si no llegaban a un acuerdo, la “mandaba a tirar tiros”.
El seguimiento de la Policía derivó finalmente en la detención de Gianluca L. En la tarde del sábado 5 de julio, en la intersección de Superí y Oriente, personal de Gendarmería Nacional lo arrestó y en ese procedimiento le incautó cinco gramos de cocaína. Posteriormente, en un allanamiento en su domicilio, se secuestraron teléfonos celulares y elementos relacionados con el fraccionamiento de estupefacientes, además de encontrar a otros familiares directos del mencionado “Frentudo”.
En audiencia realizada el viernes pasado ante la jueza Melania Carrara, el fiscal Socca imputó al implicado el delito de amenazas agravadas por coacción con el objetivo de forzar a una persona a abandonar su hogar. El fiscal describió en la audiencia la secuencia de hechos, sostuvo el riesgo sobre la víctima y el contexto de violencia involucrado, y solicitó la prisión preventiva.
La jueza Carrara aceptó el planteo y dispuso la prisión preventiva del acusado por el lapso legal de dos años. La medida busca resguardar a la víctima ante posibles represalias y mantener el orden en la investigación en curso.
