Una mujer de 47 años y su hijo de 13, ambos de origen surcoreano, fueron encontrados muertos en un departamento del barrio porteño de Caballito, en medio de una escena macabra: la mujer fue encontrada con una bolsa en la cabeza y un cable de alargue atado al cuello, mientras que el adolescente tenía una remera rota, también en la zona del cuello.
Fuentes policiales indicaron a Infobae que el hallazgo fue hecho por el hermano de la mujer en un departamento ubicado en la calle Galicia al 919. De acuerdo con el relato del hombre, residían en el lugar junto a la madre de la mujer y abuela del menor. Según el denunciante, la familia surcoreana llegó a Argentina hace aproximadamente diez años, aunque su cuñado permanece en el país asiático.
En ese sentido, el hermano relató algunos detalles de la familia. De acuerdo con lo que explicó, el niño tenía autismo y la mujer padecía depresión y problemas respiratorios. El hombre relató que ella expresó varias veces no quería vivir más y le mencionó la dificultad que tenía para cuidar al niño.
Por este motivo, solía llamarla todas las tardes para comprobar su estado y ver cómo estaba, pero al no recibir respuesta en esta oportunidad decidió acercarse personalmente, momento en el que se encontró con la escena.
El hombre indicó que, tras el hallazgo, retiró la bolsa y el cable del cuerpo de su hermana y llevó a su madre hasta la cafetería que la familia atiende en la zona. El departamento no tenía signos de violencia ni la puerta forzada.
En el lugar intervino la División Investigaciones Comunales Nº6 de la Policía de la Ciudad, que analiza si se trató de un homicidio seguido de suicidio. Los efectivos incautaron los elementos relacionados con el caso para su peritaje y se presentó la Unidad Criminalística Móvil para realizar las tareas correspondientes. La investigación continúa a cargo de las autoridades para esclarecer las circunstancias del hecho.
Mató a su familia en Villa Crespo
El caso de Caballito es similiar, al menos por el momento, al triple crimen del barrio de Villa Crespo, ocurrido a finales de mayo, donde una mujer mató a su esposo y sus hijos y luego se suicidó.
Todo se descubrió alrededor de las 13.30, cuando el 911 recibió un alerta por un menor desvanecido en el interior del departamento 6A de la calle Aguirre, esquina Julián Álvarez.
La asesina fue identificada como Laura Fernanda Leguizamón (50), esposa de Bernardo Adrián Seltzer, de 53 años, y madre de Ian e Ivo, de 15 y 12, respectivamente.
Laura, cuyo cuerpo fue encontrado en el baño, tenía una herida mortal en el corazón, pero no presentaba signos de haberse defendido de un ataque, según las fuentes consultadas por este medio. Y remarcaron: “Su cadáver era el que presentaba menor rigidez cadavérica, por lo cuales la última que murió”.
“La carta que fue hallada en la cocina estaba escrita por alguien que no estaba en sus cabales”, ampliaron. La hermana de la mujer fallecida había comentado a los investigadores que estaba bajo tratamiento psiquiátrico.
Bernardo Adrián fue encontrado muerto en la cama, con “varias heridas de arma blanca”. Creen que fue atacado cuando estaba dormido.
A uno de los chicos lo encontraron muerto en su cuarto. Al otro sospechan que lo atacaron en su habitación, pero que quiso escapar y terminó siendo hallado sobre un charco de sangre, muy cerca de la puerta de entrada al departamento. Allí lo encontró la empleada doméstica este mediodía, cuando a las 13.30 entró a trabajar y abrió la puerta al horror.
“Los dos adolescentes presentaban heridas en la espalda y defensivas”, comentaron las fuentes que tuvieron acceso al informe preliminar en la escena del crimen. La causa quedó en manos del fiscal César Troncoso.