Rescataron un aguará guazú en las inmediaciones al aeropuerto de Chaco

Un ejemplar de aguará guazú fue rescatado este jueves por la mañana en las inmediaciones del Aeropuerto de Resistencia, Chaco, tras recibir el aviso de la presencia del animal. Se trata de una especie amenazada a nivel nacional que forma parte de los programas y políticas de conservación dentro de la fauna silvestre.

Los operativos para recuperar al “zorro grande” —de acuerdo a su significado en guaraní, chrysocyon brachyurus— comenzaron a las 6 de la mañana, cuando personal policial se presentó en las inmediaciones de la terminal.

Tras haber puesto en resguardo al animal, se solicitó la intervención de la Brigada Operativa Ambiental (BOA) —cuyo rol es la protección de la fauna silvestre y el control de delitos ambientales—. Los agentes realizaron para el traslado en condiciones seguras y, posteriormente, la revisión de un veterinario especializado para verificar su estado general.

Según indicó el portal Diario Chaco, el informe emitido determinó que el omnívoro no presentaba lesiones ni signos de enfermedad, por lo que se consideró apto para su reinserción en un área natural adecuada y libre de riesgos inmediatos.

El aguará guazú también es conocido como “lobo de crin o potrillo”

Chaco es una de las provincias en donde el también llamado “lobo de crin o potrillo” tiene mayor presencia, al igual que en Corrientes, Formosa, norte de Santa Fe y Córdoba, este de Santiago del Estero y sur de Misiones. La principal problemática que sufre esta especie es la destrucción de su hábitat natural debido a la expansión agrícola, la deforestación y la urbanización. Esta situación limita el espacio disponible e interrumpe corredores ecológicos vitales para su reproducción y alimentación.

A estas amenazas se agregan el comercio ilegal y la captura de ejemplares para destinarlos como mascotas, actividades que están prohibidas, pero continúan registrándose en distintos puntos del país. El atropellamiento en rutas y caminos, especialmente en zonas rurales, representa otra causa frecuente de mortalidad.

Frente a este contexto, la Brigada de Control Ambiental coordina operativos para combatir el tráfico ilegal de fauna silvestre y lleva adelante políticas para el rescate y la rehabilitación de ejemplares de aguará guazú heridos, extraviados o alejados de su hábitat.

Encontraron un yaguarundí en una casa de Entre Ríos

La noticia se conoció apenas unos días después de que hayan rescatado un ejemplar de yaguarundí en una casa de Entre Ríos. Se trata de una especie en peligro de extinción que estaba en el interior de una vivienda ubicada en el barrio Villa Urquiza, en la ciudad de Paraná.

El animal, también conocido como gato nutria o puma yagouaroundi, pertenece a una especie de felino americano también en situación de amenaza. La presencia sorprendió a la familia que residía en el lugar, quienes dieron aviso a la Dirección de Abigeato de la Policía provincial para solicitar la intervención de las autoridades competentes.

El yaguarundí es un felino de tamaño pequeño y se encuentra en peligro de extinción (Foto: Andina)

Tras la notificación y haber concurrido al domicilio, personal del organismo trasladó al animal con precaución hacia un sitio seguro, para que los especialistas puedan determinar su destino, en función de los protocolos vigentes para la recuperación y protección de especies silvestres. La familia que protagonizó el hallazgo destacó la rápida respuesta que permitió resguardar la integridad del animal.

Se trata de un felino pequeño, aunque de mayor porte que un gato doméstico. Su cuerpo alargado, orejas pequeñas, patas cortas y cola larga le otorgan una morfología singular. El pelaje, carente de manchas, varía entre tonos castaños rojizos y grisáceos, dos variantes que pueden presentarse en una misma camada.

La familia que halló al yaguarundí en su casa avisó a la Dirección de Abigeato para que lo retiraran del lugar (Fotos: UNO Entre Ríos)

Su longitud corporal oscila entre 50 y 70 centímetros, a los que se suma una cola de 30 a 60 centímetros; los adultos pesan entre 3,5 y 9,1 kilos. Dotado de agilidad, está adaptado a entornos ribereños y selváticos, donde despliega hábitos sigilosos.

Las observaciones documentadas muestran que el puma yagouaroundi caza pequeños vertebrados, aves e incluso peces, a los que puede capturar con sus patas delanteras. Si bien la especie no es objeto directo del comercio ilegal de pieles, la fragmentación de hábitats, el avance de la urbanización y la pérdida de ambientes forestales figuran entre las principales amenazas para su supervivencia.