El mundo vive un cambio de época en el cual Europa descubre con creciente sentido de urgencia la necesidad de dotarse de mayor autonomía. El asalto armado lanzado por Rusia en su flanco oriental y las crecientes dudas acerca de la credibilidad de la promesa de protección militar de Washington desde Occidente han producido un abrupto cambio de mentalidad. El canciller alemán, Friedrich Merz, ha cristalizado esa idea afirmando que Europa necesita