En el frío polar que transita la Argentina estos días uno de los mayores riesgos es la intoxicación por inhalación de monóxido de carbono (CO). Este gas es incoloro, no tiene olor y es altamente tóxico, por lo que la exposición a él por un breve tiempo puede provocar una fuerte intoxicación.
Año tras año en todo el país se registran miles de casos por los que las personas afectadas deben ser hospitalizadas y, en varias ocasiones, mueren a causa de estos accidentes evitables.
El CO se produce al quemar de forma incompleta gas, carbón, madera o queroseno. De esta forma las estufas, calefones, hornos, braseros y calentadores mal instalados pueden generar graves problemas en la salud de las personas.
Según el Ministerio de Salud de la Nación hubo 500 muertes por intoxicación con monóxido de carbono desde que comenzó 2024, mientras que hubo 4000 casos en todo 2023, entre quienes fallecieron 200 personas.
Causa y síntomas
Valeria El Haj, directora médica de Ospedyc, advirtió que “al ser tan imperceptible es necesario tomar medidas preventivas. El monóxido ingresa al cuerpo a traves de la respiración y va reemplazando al oxígeno en el torrente sanguíneo, provocando hipoxia, lo que afecta principalmente al corazón y al cerebro”.
Los síntomas de esta intoxicación suelen ser dolor de cabeza, mareos, náuseas, vómitos, debilidad, somnolencia y confusión. Si la exposición al CO se extiende durante varios minutos puede producirse pérdida de la conciencia, daño cerebral e, incluso, la muerte. Por este motivo la velocidad en ventilar los ambientes o finalizar la exposición al detectar los primeros síntomas es fundamental para salvar vidas.
Los niños, los adultos mayores y las personas que padecen afecciones cardíacas o respiratorias tienen un riesgo mayor al exponerse al monóxido de carbono. Además, parte del problema reside en que muchas veces las primeras sensaciones causadas por este fenómeno se asemejan a las de una gripe o a la sensación de cansancio.
Evitar la intoxicación
Las recomendaciones para evitar la intoxicación por monóxido de carbono son la ventilación de los ambientes; revisar la instalación de estufas, calefones y otros artefactos de gas anualmente; no usar hornallas, braseros y demás para calefaccionar, verificar que haya rejillas de ventilación, prestar atención al olor a gas y a las manchas negras e instalar detectores de CO.
En lo que respecta a las llamas, se debe tomar precauciones cuando sean anaranjadas, y verificar con expertos que sean siempre de color azul.
Ante la sospecha de intoxicación se debe salir o sacar al afectado al aire libre inmediatamente o abrir puertas y ventanas para ventilar. La doctora El Haj aseguró que “el monóxido de carbono no se ve, no se huele y no avisa. Por eso la prevención es la única manera de estar a salvo. Cuidarnos es también cuidar a quienes viven con nosotros”, concluyó la profesional de la salud.