
De Buenos Aires a Hollywood, pasando por París
Nacido en Buenos Aires en 1932, Lalo Schifrin creció rodeado de música: su padre, Luis Schifrin, fue primer violín del Teatro Colón. A los seis años comenzó a estudiar piano con maestros como Enrique Barenboim y Andreas Karalis. Si bien inició la carrera de Derecho en la Universidad de Buenos Aires, su verdadera vocación lo llevó a abandonarla tras recibir una beca para estudiar en el Conservatorio de París en 1952. En la capital francesa perfeccionó su formación clásica, pero también se sumergió en el vibrante mundo del jazz, tocando en clubes nocturnos y conectando con una escena musical que marcaría el rumbo de su obra.
A lo largo de los años, Schifrin fue puente entre mundos: entre la música académica y el jazz, entre Hollywood y el Colón, entre el rigor compositivo y la potencia expresiva de lo popular. En 2025, estrenó en el Teatro Colón su sinfonía ¡Viva la Libertad!, en colaboración con el compositor Rod Schejtman. Incluso en sus últimos años, seguía recibiendo homenajes y reconocimientos en todo el mundo. Su obra, con un sello único, definió el sonido de una época y permanece viva en películas, series y conciertos. La muerte de Lalo Schifrin marca el final de una vida extraordinaria, pero su música -moderna, audaz, inconfundible- seguirá resonando por generaciones.