En su resolución, el magistrado dejó en claro que la decisión “no constituye un privilegio ni un acto de compasión”, sino que responde al ejercicio legítimo de una atribución legal basada en el cumplimiento de requisitos específicos.
“Espero que Alperovich comprenda que el poder y el dinero no alcanzan para garantizar impunidad ni beneficios extraordinarios”, expresó Ramos Padilla. El tribunal rechazó en dos oportunidades los pedidos para morigerar la prisión preventiva, con fundamentos que fueron confirmados por la Cámara Nacional de Casación Penal.
La prisión domiciliaria será cumplida en uno de los departamentos del imputado en el barrio porteño de Puerto Madero, precisamente uno de los lugares señalados por la denunciante como escenario de los primeros abusos. Como condición para acceder al beneficio, Alperovich deberá pagar una caución real de 400 millones de pesos y deberá tener una tobillera electrónica.
En los fundamentos del fallo, Ramos Padilla subrayó la conducta procesal de la denunciante: “No puedo dejar de destacar —una vez más— la actitud procesal de la víctima, quien a lo largo de todo este proceso ha demostrado una conducta ejemplar, guiada no por afanes de venganza, sino por la búsqueda de justicia y verdad”.
Alperovich había sido condenado por nueve hechos de abuso sexual -seis de ellos con acceso carnal y otros tres en grado de tentativa-, todos ellos imponiendo una relación asimétrica de poder por su vínculo parental y por haber sido cometidos en un contexto de poder político y económico. Su situación judicial sigue abierta, a la espera de la instancia de apelación y revisión del fallo. Mientras tanto, permanecerá bajo arresto domiciliario, monitoreado por dispositivos de control y con supervisión judicial permanente.