El Indec informó que la inflación minorista fue 1,5 por ciento en mayo, marcando una desaceleración por segundo mes consecutivo. En el Gobierno celebraron el dato –empujado por la dinámica de los alimentos y bebidas- que sería una excelente noticia si no reposara en el sostenimiento de un dólar barato, el congelamiento de las paritarias y la caída del consumo doméstico. La actividad industrial, la construcción y el empleo no pueden plegarse al discurso triunfalista del oficialismo. La inflación núcleo sigue por arriba del promedio general y anotó un 2,2 por ciento en mayo.
Siete divisiones del Índice de Precios al Consumidor (IPC) tuvieron una inflación mayor al promedio general, contra cinco que crecieron por debajo del promedio. Alimentos y bebidas, que es el rubro de mayor incidencia en el índice, registró la menor inflación de la serie histórica que comienza en 2017 anotando un 0,5 por ciento de aumento.
El ministro de Economía, Luis Caputo, celebró inmediatamente en su cuenta de X. “Tenemos el mejor presidente del mundo”, agregó. El presidente Milei le contestó: “el mejor ministro de economía de la historia argentina… por lejos…”.
Sin embargo las estadísticas no pueden celebrarse en el aire, desconociendo que el congelamiento artificial del tipo de cambio es lo que mantiene a raya a los precios con consecuencias negativas sobre la producción y el empleo. La ola importadora y la caída del consumo en las clases medias y medias-bajas también forma parte de la trama que Caputo y Milei eligen desconocer, como si no les preocupara.
Los datos
La inflación núcleo marcó 2,2 por ciento en mayo, no parece “buscar perforar el 1 por ciento a mitad de año” como había anticipado Milei. Este es el dato más certero de la dinámica en los precios, pues no considera los precios estacionales ni regulados. Los primeros marcaron una deflación del 2,7 por ciento, con bajas destacables en algunos alimentos frescos (como la lechuga, el limón, la banana, tomate, papa, zapallo). Mientras los precios regulados crecieron 1,3 por ciento a partir de que el Gobierno desactivó los cambios en los cuadros tarifarios de luz y gas. En sintonía, la inflación en bienes fue mucho más baja que la registrada en los servicios: 0,9 versus 2,7 por ciento en mayo.
Cuando se constatan los datos para el acumulado, en los primeros cinco meses del año el IPC muestra un incremento del 13,3 por ciento. Mientras que la inflación núcleo acumuló una suba del 14,7 por ciento, contra 7 por ciento que subieron los precios estacionales y 11,7 por ciento los regulados. Alimentos frescos, ropa y alojamiento y excursiones por turismo suelen marcar el ritmo de los estacionales. Pero estos sectores se ven golpeados por la caída del consumo y la competencia con importaciones o el turismo extranjero, de modo que no sorprende que los precios no hayan subido demasiado.
En el mes, Alimentos y bebidas registró una suba de 0,5 por ciento, que fue la más baja observada en la serie histórica, pero en el acumulado del año marcó un 15,2 por ciento de aumento. En algunos alimentos frescos ya mencionados se registró deflación en mayo: 25,3 por ciento en lechuga, 23 por ciento en limón, 10,5 por ciento en la banana, 8,9 por ciento en el tomate, 8,1 por ciento en la papa, 4,2 por ciento en el zapallo y 4,7 en el filet de merluza. Por el contrario, el resto de las carnes subió aunque mucho menos que en meses previos: 2 por ciento el asado, 1,5 por ciento el cuadril, 1,1 por ciento la nalga, 0,8 por ciento la paleta, etc.
Se destacó la suba de 5,6 por ciento en el café molido. La manteca, el queso y la yerba tuvieron aumentos cercanos al 3 por ciento, las gaseosas y el agua subieron en torno a 2,5 por ciento, y el pan y la harina estuvieron en torno al 2 por ciento.
Las demás divisiones
Varias divisiones del IPC subieron por arriba de la inflación promedio en mayo. La primera es Comunicaciones que tuvo la inflación más alta del mes con un 4,1 por ciento por el aumento de los servicios de telefonía e internet. Esta fue seguida por el rubro de Restaurantes y hoteles que aumentó 3 por ciento en el mes, y viene liderando la suba de precios en los meses pasados. Le siguió Salud con 2,7 por ciento en mayo, con subas tanto en la medicina prepaga como en el costo de los medicamentos. En cuarto lugar se posicionó Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles con 2,4 por ciento de aumento empujado por el costo de los alquileres (7,2 por ciento de aumento).
Otras divisiones tuvieron incrementos por debajo del promedio general del IPC. Aquí se encuentran Equipamiento y mantenimiento del hogar con una suba de 1,4 por ciento; seguido por Prendas de vestir y calzado que aumentó 0,9 por ciento (dejando atrás el incremento de 3,8 del mes pasado por el cambio de temporada) y Bebidas alcohólicas y tabaco que trepó 0,6 por ciento en el mes.