Felicitas Alvite, la joven apodada “La Toretto” de La Plata e imputada por la muerte de Walter Armand, volvió a ser foco de polémica tras una reciente actividad en sus redes sociales. Mientras cumple prisión domiciliaria a la espera del juicio oral, reactivó su cuenta de Instagram, cambió su apariencia y compartió fotos, lo que provocó un fuerte rechazo por parte de los familiares del motociclista fallecido.
En las últimas horas, desde cuentas que reclaman justicia por Armand, allegados a la víctima difundieron el perfil de Alvite, que ya cuenta con más de 13 mil seguidores.
En esa cuenta, la joven subió una nueva foto de perfil en la que se la ve posando frente a un espejo con el cabello negro, distinto al color rubio que tenía al momento del hecho. Además, compartió tres imágenes en la playa. El perfil comenzó a circular rápidamente en redes y ahora es privado.
La reaparición pública de Alvite en medio del proceso judicial generó una inmediata reacción en el entorno que impulsa el pedido de justicia por Armand.
En uno de los posteos publicados en redes se expresó: “Después de un año de la muerte de Walter Armand, Felicitas Alvite volvió a su casa con su familia y amigos, cambió de look, abrió Instagram de vuelta. No tiene ni el mínimo de remordimiento, mientras Walter está en un cementerio, su familia muerta en vida».
“No nos olvidemos nunca de esta cara, de Felicitas, asesina al volante, cruzando todos los semáforos en rojo, corriendo picadas. La justicia es lenta, pero no nos vamos a quedar de brazos cruzados. Te vamos a recordar cada día de tu vida lo que hiciste. ¡Asesina!”, dice el mensaje de la misma publicación.
Las expresiones de rechazo se replicaron entre otras organizaciones de víctimas, como Matanza Duele, desde donde manifestaron su acompañamiento a la familia Armand.
“Sabemos lo que significa recibir una noticia que quiebra la vida, ver cómo la Justicia tarda y cómo el olvido amenaza con avanzar mientras quienes causaron daño retoman su vida con frivolidad. No estamos hablando de venganza. Estamos hablando de respeto por la memoria de las víctimas, por los procesos judiciales que aún están en curso y, sobre todo, por familias que siguen de pie, sosteniéndose unas a otras mientras buscan respuestas. Las redes sociales no pueden convertirse en escenarios de provocación ni en vitrinas del privilegio. Recordamos que matar al volante no puede ser gratis”, escribieron.
El caso volvió a ganar visibilidad un mes después de que la Justicia autorizara a Alvite a cumplir arresto domiciliario. El 9 de mayo pasado, el Tribunal Oral en lo Criminal II de La Plata hizo efectiva una resolución judicial que llevaba meses pendiente y habilitó que la imputada abandonara la Unidad 51 de Magdalena para esperar el juicio en su casa, ubicada en City Bell.
La decisión había sido tomada originalmente por la Cámara de Casación bonaerense a fines de diciembre del año pasado, pero su implementación se dilató por una serie de apelaciones presentadas por la querella.
El proceso para obtener el beneficio de la domiciliaria atravesó varios fallos y recursos. En enero, la Cámara de Apelaciones finalmente acató la orden de Casación y modificó su postura.
Sin embargo, la familia de la víctima volvió a apelar, esta vez ante la Corte Suprema de Justicia de la provincia de Buenos Aires, lo que prolongó aún más la definición. Recién en mayo el Tribunal ejecutó la medida, y Alvite fue trasladada desde el penal a su domicilio.
Tras el traslado, allegados a Alvite contaron que, ya en su casa, “le dedicó como dos horas a quienes ella llama ‘sus hijos’, que son sus perros”, y agregaron que también pasó tiempo con sus hermanas y sus padres. “Muy emocionada y muy feliz”, describieron desde su entorno en declaraciones al medio platense 0221.
La familia de Armand, por el contrario, manifestó su indignación por la liberación de la acusada. “No entendemos cómo con todas las pruebas en su contra tiene beneficios. No entendemos cómo alguien mata y está libre”, expresó Milton Armand, hermano del motociclista.
La víctima tenía un hijo, una pareja, y era cantante en una banda llamada “Pachanga”. Una semana después del hecho, sus familiares habían expresado en redes: “Tenía sueños, una vida por delante, pero todo se apagó porque una asesina al volante salió a matar esa noche manejando a alta velocidad por una avenida muy transitada, cruzando los semáforos en rojo. Le apagó sus sueños, le quitó la vida y le arruinó la vida a sus allegados”.
El siniestro ocurrió el 14 de abril de 2024, cuando Armand, quien circulaba con prioridad de paso por una calle de La Plata, fue embestido por un vehículo conducido por Alvite.
De acuerdo con los elementos reunidos durante la investigación, la joven conducía un auto que no era de su propiedad y presuntamente participaba de una picada. Imágenes de cámaras de seguridad mostraron otro vehículo involucrado, al mando de Valentina Velázquez, quien también fue imputada por participación en prueba de velocidad o destreza con un vehículo automotor.
Meses después, la causa fue elevada a juicio por el delito de homicidio simple con dolo eventual, que prevé penas de hasta 25 años de prisión.