Un grupo de vecinos del barrio Fisherton, en la zona oeste de Rosario, presentó un pedido ante el Concejo Municipal para que se revierta el nombre de una calle que, según argumentan, es de difícil de pronunciar y causa problemas en la vida cotidiana. Se trata de un tramo de la ex calle 1483, que en 2020 fue renombrada como Abai Qunanbaiuly, en homenaje a un poeta oriundo de Kazajistán.
La solicitud fue motivada por las complicaciones que, aseguran, enfrentan al tener que nombrar o escribir esa dirección, lo cual genera confusiones en envíos, trámites y referencias urbanas. El reclamo se centra en restablecer la numeración original, más sencilla y conocida, para evitar conflictos que describen como constantes. La situación escaló hasta el Concejo, donde la discusión ya está en marcha.
El impulsor de la iniciativa original fue el concejal del PRO, Agapito Blanco, quien promovió la designación del nombre kazajo en el año 2020. La propuesta, explicó, surgió a partir de una solicitud del cónsul de Kazajistán en Rosario y fue avalada por la comunidad kazaja residente en la ciudad. El objetivo, según detalló, era rendir homenaje a Abai Qunanbaiuly, figura central de la cultura de ese país.
“Abai Qunanbaiuly es a Kazajistán lo que Shakespeare es para los ingleses, Cervantes para los españoles y Hernández para los argentinos”, expresó Blanco durante una entrevista con la radio LT8. Además, el edil recordó que actualmente en Google Maps la calle figura tanto con el nombre nuevo como con la numeración anterior: “Por ahora conviven los dos nombres: 1483 y Abai Qunanbaiuly”.
Consultado por el nuevo planteo vecinal, Blanco admitió que el pedido “podría ser atendido en el órgano deliberativo”, aunque no ocultó su desazón ante la posibilidad de que se elimine la denominación adoptada hace apenas cuatro años. “Me da mucha tristeza que los vecinos no se tomen el tiempo para memorizar el nombre”, expresó.
En relación con el proceso que dio origen al actual nombre, explicó que la iniciativa no fue unilateral y que atravesó el procedimiento institucional correspondiente: “La comunidad kazaja en Rosario había pedido que se nombre una calle con ese héroe de la cultura de ese país, y como contrapartida de eso, en Rosario tuvimos el año pasado la Copa Davis, que gracias al gobierno de Kazajistán logramos que viniera a Rosario».
Además, agregó que existe un vínculo cultural entre Rosario y la ciudad kazaja de Almaty, que incluye la existencia de una Casa de la Cultura Argentina en esa ciudad y la donación de una escultura que se instalará en Puerto Norte.
“La comisión de Nomenclatura analizó los antecedentes y aprobó el cambio. No es un trámite sencillo nombrar una calle. Lo que hice en su momento fue transmitir una iniciativa. Ahora estamos escuchando la de los vecinos, y se pondrá a consideración del Concejo”, dijo Blanco, al confirmar que el tema será debatido.
La cortada en cuestión tiene una extensión de unos cien metros y, aunque su escala es reducida, el reclamo tomó relevancia pública tras viralizarse la discusión. El concejal insistió en que “los vecinos tienen la oportunidad de tomarse cinco minutos y aprender el nombre Abai Qunanbaiuly, y entender por qué se le ponen nombres a las calles”.
Según remarcó, “el planteo tiene sentido común, pero no reflexión. Es una buena oportunidad para explicar por qué las calles tienen nombre. En este momento conviven los dos nombres en el cartel. Durante mucho tiempo los nombres conviven”. Y concluyó: “Vamos a escuchar a los vecinos y seguramente vamos a votar el pedido. Si para ellos es un problema, se retrotraerá el nombre. Estamos dispuestos a revisar todo”.