Cristina Kirchner junto a Martín Ascúa

Cristina Kirchner ya se mueve en clave electoral, luego de que el lunes pasado confirmara que será candidata a legisladora bonaerense, y este sábado estará en la localidad correntina de Paso de los Libres, cuyo actual intendente, Martín “Tincho” Ascúa, encabezará un acto en el que oficializará su candidatura a gobernador provincial.

La presentación, programada para las 15 de hoy en el emblemático Anfiteatro Carlos Gomes, no solo reactiva la campaña opositora en una provincia dominada durante más de dos décadas por el mismo signo político (la UCR), sino que también marca un mensaje visible de apoyo y reconstrucción para el peronismo local.

Vamos a apoyar a ‘Tincho’ Ascúa, que es el intendente de Paso de los Libres en la provincia de Corrientes, donde además el Partido Justicialista estuvo intervenido seis años, lo normalizamos, eligieron democráticamente, no solamente las autoridades partidarias, sino también los candidatos”, anunció a principios de semana la exmandataria, en el marco de una entrevista televisiva.

Cristina Kirchner oficiará como última oradora de un acto en el que también compartirán escenario Ana Almirón, presidenta del PJ provincial, dirigentes nacionales y los 72 postulantes a intendente de municipios correntinos. El despliegue incluirá, además, números musicales y la presencia de representantes de partidos aliados, dentro de una estrategia de ampliación de bases para la pelea electoral del próximo 31 de agosto.

El mensaje que busca dar CFK con su participación apunta a enfrentar “al modelo que gobierna Corrientes hace 25 años y a las políticas nacionales que perjudican a la provincia”, según anticiparon desde el entorno de Ascúa.

El acto está programado para las 15 en el Anfiteatro Carlos Gomes, en la localidad de Paso de los Libres

Durante seis años, el Partido Justicialista de Corrientes estuvo intervenido y recién recuperó su vida interna en formato democrático después del proceso de normalización que permitió la elección de nuevas autoridades y de candidatos legítimos en los municipios.

Por su parte, el actual mandatario provincial, Gustavo Valdés, se mostró muy crítico con la principal referente del kirchnerismo, a quien apuntó por sus escasas apariciones en territorio correntino durante el último tiempo. “La última vez que vino creo que fue para los 200 años de Curuzú Cuatiá y estuvo dos horas, que es lo que le dedicó a Corrientes después de mucho tiempo de no volver. Ahora viene después de 12 años”, remarcó el presidente de la UCR Corrientes durante un reportaje radial.

El gobernador Gustavo Valdés

No obstante, Valdés destacó que “es una de las dirigentes políticas más importantes que tuvo Argentina en muchísimo tiempo”. Y en esa línea, subrayó: “Entonces, no hay que subestimar la trayectoria política”.

Me parece bien que venga a la provincia, que conozca, que nos conozca. No me parece mal que venga un dirigente político nacional. Y me parece que se está poniendo bueno Corrientes, ¿no? Y vienen. No vinieron cuando estaban en el Gobierno; que vengan ahora me parece bien”, sostuvo en otro tramo de la charla.

La visita de Cristina a Corrientes no se limita a la agenda partidaria: la expresidenta también se refirió públicamente a la desaparición de Loan Peña, un caso que sacudió a la opinión pública provincial y nacional. “No se perdió, se lo robaron; a él se lo llevaron”, enfatizó Cristina y rememoró el comentario de la abuela del niño, quien vinculó los avances en derechos sociales durante los años del kirchnerismo con la disminución de estos delitos.

El trasfondo bonaerense: rosca, tensiones y búsqueda de unidad

La centralidad de Cristina Kirchner en la escena política no se agota en el Litoral. Su regreso al ruedo nacional ocurre en paralelo a una de las discusiones más intensas dentro del peronismo bonaerense. El escenario se recalienta con la relación zigzagueante que mantiene con el gobernador Axel Kicillof, figura que logró independencia y volumen propio tras ganar su reelección, pero que encuentra resistencias a la hora de negociar el armado de listas y la conducción del principal distrito electoral del país.

Cristina Kirchner y Axel Kicillof

En los últimos días, la disputa bajó temperatura gracias a una serie de contactos directos entre CFK y Kicillof. Primero, una conversación telefónica allanó el camino. Luego, un encuentro cara a cara sirvió para acordar la formación de una mesa política ampliada que intentará resolver, por consenso, la integración de listas y la estrategia rumbo a las elecciones legislativas del 7 de septiembre. De todos modos, fuentes cercanas a Kicillof dejaron en claro a sus intendentes más leales, agrupados en el Movimiento Derecho al Futuro (MDF), que todavía no hay unidad plena y que el espacio debe mantenerse cohesionado y negociando en bloque.

El cruce de iniciativas legislativas y las tensiones sobre las reelecciones indefinidas no son un dato menor. Por un lado, el cristinismo impulsó un dictamen para permitir una extensión sin límites del mandato de legisladores, concejales y consejeros escolares —mientras el sector de Kicillof sostiene un proyecto propio, más integral, que también beneficia a los intendentes—. Esta pulseada genera fricciones en ambas cámaras bonaerenses y condiciona cualquier pacto electoral a futuro.

Tras la cumbre política, Cristina se reunió con intendentes de la Tercera Sección electoral y reforzó su liderazgo local frente a militantes y referentes territoriales. Mientras tanto, Kicillof aseguró a su tropa que cualquier acuerdo se someterá previamente a debate interno y que el apoyo a la gestión provincial es innegociable.