El proceso para elegir al nuevo papa comenzó oficialmente este miércoles con el inicio del cónclave en el Vaticano, en el que participan los 133 cardenales con derecho a voto, todos menores de 80 años. Esta ceremonia se lleva a cabo tras la muerte del papa Francisco y sigue un rito milenario.
La jornada comenzó a las 10:00 (hora local) con la misa “Pro eligendo Pontifice” en la basílica de San Pedro, presidida por el cardenal decano del Colegio Cardenalicio, Giovanni Battista Re. Durante la homilía, el purpurado instó a los electores a actuar con discernimiento, oración y responsabilidad, destacando la importancia de este momento para la Iglesia católica.
A las 16:15, los cardenales se dirigieron en procesión solemne desde la Capilla Paulina del Palacio Apostólico hasta la Capilla Sixtina, mientras entonaban las letanías y el himno Veni Creator Spiritus, pidiendo la asistencia del Espíritu Santo para la elección.
Con el cierre de las históricas puertas de la Capilla Sixtina, dio comienzo la ceremonia de votación. El mundo ahora espera los resultados, los cuales serán anunciados por el color del humo.
En ese escenario, el rol que jugarán los cardenales argentinos, y los latinoamericanos en general, cobra especial interés, tanto por su trayectoria como por su posible influencia en la definición del futuro liderazgo de la Iglesia Católica.
Cuántos cardenales tiene Argentina con derecho a voto en el cónclave
El Colegio Cardenalicio, órgano encargado de elegir al próximo pontífice, cuenta actualmente con ocho miembros argentinos. De ese total, cuatro cardenales se encuentran dentro del rango de edad que les permite participar con derecho a voto en un futuro cónclave. Estos son: Mario Poli, Víctor Manuel Fernández, Vicente Bokalic Iglic y Ángel Sixto Rossi.
Los otros cuatro cardenales argentinos, Estanislao Esteban Karlic, Leonardo Sandri, Luis Héctor Villalba y Luis Pascual Dri, superan el límite de edad establecido en 80 años y, por lo tanto, no podrán emitir su voto, aunque sí pueden participar en las congregaciones generales previas al cónclave.
Quiénes son y qué trayectoria tienen los cardenales argentinos
Mario Poli
El cardenal Mario Poli, de 77 años y arzobispo emérito de Buenos Aires, fue ordenado obispo en 2002 en la Catedral de Buenos Aires por el entonces cardenal Jorge Mario Bergoglio. En 2008 fue designado obispo de Santa Rosa y, en marzo de 2013, el papa Francisco lo nombró arzobispo de Buenos Aires, sucediéndolo en el cargo que había dejado vacante tras ser elegido Papa.
En el consistorio del 22 de febrero de 2014, el papa Francisco lo elevó a cardenal, asignándole el título de San Roberto Belarmino. Sin embargo, al cumplir los 75 años, su renuncia fue aceptada de inmediato, luego de que surgieran dudas sobre la gestión de propiedades eclesiásticas, lo que llevó a una auditoría. Sin embargo, su labor en el fortalecimiento del diálogo interreligioso y la promoción de la pastoral en las periferias forma parte de su legado.
Actualmente, Mario Poli lidera la Comisión Episcopal para la Universidad Católica Argentina.
Víctor Manuel Fernández
Víctor Manuel Fernández, conocido como “Tucho”, ocupa un lugar central en la Curia Vaticana tras su nombramiento en 2023 como prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe. Cercano al Papa Francisco, sus posiciones progresistas, como la aprobación de la bendición a parejas del mismo sexo, generaron controversias en el interior de la Iglesia.
Su vínculo con el Pontífice se remonta a varios años atrás. El 15 de diciembre de 2009, Jorge Bergoglio, antes de convertirse en Papa, impulsó su llegada al rectorado de la Universidad Católica Argentina. Posteriormente, el 13 de mayo de 2013, Francisco lo eligió arzobispo titular de Tiburnia.
De los cuatro cardenales que participarán en la elección del futuro Papa, Víctor “Tucho” Fernández, cordobés de 62 años, es considerado el más cercano al actual Pontífice.
Vicente Bokalic Iglic
Vicente Bokalic Iglic, incorporado al Colegio Cardenalicio en diciembre de 2024, desarrolló su misión pastoral en el norte argentino, acompañando a comunidades vulnerables. Su reciente nombramiento lo proyecta como una figura a seguir en la Iglesia local.
Proveniente de una familia de inmigrantes eslovenos, integra la Congregación de los Misioneros de San Vicente de Paul. Su vida eclesiástica se distingue por su compromiso con la pastoral social y su cercanía con las comunidades más vulnerables.
El impacto de su nombramiento como cardenal y como arzobispo de Santiago del Estero, además de primado de la Iglesia en Argentina, resultó significativo, ya que desplazó a la poderosa Buenos Aires en la estructura de poder eclesiástico. Esta decisión, tomada directamente por el papa Francisco, subraya la relevancia de Bokalic, quien a sus 72 años participará del cónclave.
Ángel Sixto Rossi
Ángel Sixto Rossi, jesuita y fundador de la organización Manos Abiertas, fue designado arzobispo de Córdoba en 2021 por Francisco. Conocido por su tarea social y su cercanía con los sectores más postergados, sostuvo un modelo pastoral volcado a las periferias.
En el consistorio celebrado el 30 de septiembre de 2023, fue creado y proclamado cardenal con el título de Santa Bernadette Soubirous por el papa Francisco. Actualmente, Rossi ocupa la vicepresidencia primera de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), un rol central que implica la coordinación de las tareas más ejecutivas del organismo que reúne a los obispos del país.
Aunque los cuatro cardenales argentinos participarán en el próximo cónclave, ninguno se perfila como favorito.
Qué peso tiene América Latina en la elección del próximo papa
América Latina ocupa una posición singular. La región constituye el mayor bastión demográfico del catolicismo, albergando a más de 425 millones de fieles, lo que representa casi el 40% del total mundial. La elección de Jorge Mario Bergoglio en 2013 fue un hito histórico, interpretado por muchos como un desplazamiento del centro de gravedad eclesial desde Europa hacia el Sur Global. Ante el próximo cónclave, surge la pregunta fundamental sobre el “peso” real de América Latina en la elección del 267º sucesor de Pedro.
El escenario, sin embargo plantea una paradoja: América Latina supera a Europa en peso demográfico y dinamismo de crecimiento (aunque menor que África), pero está significativamente subrepresentada en el poder electoral del cónclave, donde Europa mantiene una fuerte preeminencia. Ambas regiones enfrentan desafíos vocacionales.
La región cuenta con 23 cardenales electores, cuatro más que en 2013, lo que equivale a un 17% del Colegio votante. Brasil es el país latinoamericano con más representantes (7 electores), seguido por Argentina (4 electores) y México (2 electores). Varios otros países de la región cuentan con un cardenal elector cada uno.
En este contexto, Inés San Martín, vicepresidenta de Comunicación de las Obras Misionales Pontificias y ex coeditora de CruxNow.com, con extensa trayectoria en la cobertura del Vaticano, considera poco probable que un latinoamericano resulte electo y descarta posibilidades para candidatos norteamericanos, según explicó a Infobae.
“La gran pregunta que deben resolver los cardenales ahora es si quieren un Papa europeo o no. Esta pregunta también puede leerse como, ¿quieren continuidad con el papado de Francisco o no?”, señaló San Martín.