Jorge es un jubilado y comparte con muchos otros de su generación el reclamo por una jubilación digna. Equipado con unos lentes y una máscara para protegerse de los gases lacrimógenos, marchó ya más de 60 veces en contra de los ajustes que realizó el gobierno de Javier Milei en el sector más vulnerable. Su seña particular es un cartel que sostiene bien en alto, con una leyenda sintética y cruda: “Con los jubilados/as no!”.

Como cada miércoles, los jubilados se concentran en las inmediaciones del Congreso para manifestarse todos juntos: “Marcho porque estoy luchando por la vida. Este gobierno generó un genocidio silencioso, están matando a los jubilados”.

La situación en los últimos meses se profundizó, sin incrementos notorios en jubilaciones ni pensiones con el congelamiento del bono en 70 mil pesos: “Con menos comida, menos nutrición y menos medicamentos nos vamos a morir antes”, sentenció.

“Esta es una lucha ideológica”, afirmó Jorge. Cada visita al Congreso es una especie de obligación y un ritual, al que se le suman constantemente otros sectores de la sociedad. A sus 76 años, Jorge militó políticamente a lo largo de su vida y durante ocho años fue preso político “por luchar por un mundo mejor, por cambiar la estructura de la injusticia social, por luchar contra la explotación del hombre contra el hombre”.

Jorge cobra la jubilación mínima y además hace “changas” para llegar a fin de mes: “Vengo de una generación donde el trabajo dignifica”, aseguró .

“Esta es una lucha ideológica entre los que tienen sentimientos humanos y los que han dejado de tenerlos”, reflexionó el jubilado sobre los ajustes que se realizaron sobre uno de los sectores más postergados de la sociedad.

Su presente es complicado. Es paciente cardíaco, tiene que tomar cinco remedios y lamenta que algunos dejaron ser cubiertos por el PAMI al 100%: “Ahora miro de reojo la rosuvastatina que está carísima”, graficó.

Los años le dieron la paciencia necesaria para poder entender las cosas que lo rodean, incluso a aquellos que no piensan igual que él. Sin embargo, también le “enseñaron a luchar”. “Lucho por la felicidad del pueblo, ese es mi deseo fundamental”, cerró. /C5N