Internet puede sobrevivir unas horas sin electricidad. Pero no muchas. Los grandes centros de datos están protegidos con grupos propios que pueden funcionar indefinidamente. Pero la red depende de grupos intermedios que tienen una vida mucho más corta, que se puede ver seriamente comprometida con un apagón masivo como el que se vive hoy en la península Ibérica. “Internet funciona porque hay equipos intermedios (conmutadores de datos), repartidos por ciudades, no hacen falta muchos menos porque la fibra va muy rápido muy lejos”, dice Arturo Azcorra, director adjunto de Imdea Networks, centro tecnológico de investigación. Aunque los grandes centros de datos sobrevivan, sin esos equipos intermedios la conexión no sería posible: “Es como si el sistema nervioso central funcionara, pero no el periférico”, dice Azcorra. Vodafone, por ejemplo, ha comunicado que a esta hora su red se mantiene activa en un 70%, gracias a los generadores de reserva, pero su funcionamiento dependerá de la duración de la incidencia. “Desde Vodafone España, recomendamos a nuestros clientes que dispongan de comunicación móvil que hagan un uso responsable del mismo evitando colapsar el servicio”, dice la compañía. Otras compañías telefónicas todavía no han ofrecido noticias sobre la situación de sus redes.
Por tanto, mientras se recupera el servicio, la conexión depende sobre todo del acceso a wifi, que necesita de electricidad que puedan producir de forma autónoma, por ejemplo, edificios de oficinas.
Por la calle, las estaciones base (las antenas en azoteas) no funcionan si no están cerca de lugares críticos y tienen un equipo especial para generar electricidad, como puede ocurrir también en zonas rurales. Por ese motivo, los móviles sin acceso a wifi es improbable que funcionen. “Si alguien andando pasa cerca de algún lugar crítico, como una dirección general de fuerzas de seguridad, es posible que se conecte, pero lo normal es no poder conectarse ni llamar”, explica Azcorra.
