¿Quién es ‘Toro’, el narcotraficante peruano que fue capturado en una mansión de Colombia tras meses de investigación internacional?

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Durante años, el peruano José Nelson Toro Marín logró esconderse en Colombia sin levantar sospechas. Vivía como cualquier empresario exitoso: usaba ropa de marca, manejaba vehículos de lujo y decía estar a cargo de un próspero taller automotriz. Incluso tenía una finca campestre en una de las zonas más exclusivas del Eje Cafetero. Pero detrás de esa fachada, se escondía un nombre que figuraba entre los más buscados del Perú, señalado por liderar una red de tráfico internacional de drogas y por mover cientos de kilos de cocaína hacia Europa.

Todo cambió el lunes 14 de abril. Luego de meses de trabajo conjunto entre la Policía Nacional de Colombia, la Interpol y la Dirandro peruana, cayó el capo. Fue ubicado en una lujosa vivienda de Cerritos, una apacible zona a 30 minutos del centro de Pereira. Aquel día, sin embargo, los agentes irrumpieron sin previo aviso. La captura fue limpia, sin un solo disparo. Y así terminó la libertad del hombre que había hecho del anonimato su mejor estrategia.

La vida oculta de un capo entre carros de alta gama

En Pereira, nadie sospechaba que ese hombre de tez media y trato amable era prófugo de la justicia. Se hacía llamar “El Paisa” y llevaba años viviendo entre la discreción y el lujo. Visitaba restaurantes exclusivos, realizaba compras en centros comerciales costosos y se desplazaba en camionetas BMW o Toyota de último modelo. Tenía buen gusto, pero jamás se mostró ostentoso. Una de sus rutinas era acudir al taller “Todoautos Centro de Mantenimiento Especializado”, ubicado en una calle transitada del barrio Los Álamos, donde recibía vehículos de alta gama y saludaba con naturalidad a los vecinos.

José Nelson Toro Marín fue detenido en una lujosa casa de Cerritos, en Pereira, durante un operativo conjunto de la Policía colombiana, Interpol y Dirandro. Foto: El Informador

A nombre de su esposa, Alba Lucía Giraldo Cardona, aparecían varias propiedades y negocios: el taller, una empresa de eventos infantiles llamada “Fiestas Mágicas” y un inmueble en Santa Rosa de Cabal, todo aparentemente legal. Esa estructura le permitió mantener un perfil bajo, mientras seguía al frente de una organización delictiva que traficaba droga desde Perú y Colombia hacia puertos europeos. Las autoridades estiman que utilizaban rutas marítimas protegidas por redes de corrupción que garantizaban el paso seguro de los cargamentos.

A diferencia de otros narcos, Toro prefería el silencio antes que la exhibición. No aparecía en redes sociales, evitaba lugares públicos masivos y se movía solo con personas de su entera confianza. Se había especializado en lo que los investigadores llaman “la invisibilidad criminal”.

La operación: drones, inteligencia y vigilancia satelital

La captura no fue casualidad. Fue el resultado de un trabajo minucioso que involucró a más de una decena de oficiales de inteligencia y especialistas en operaciones encubiertas. Las autoridades colombianas y peruanas venían siguiéndole la pista desde hace meses. Utilizaron drones de alta tecnología para vigilar desde el aire la finca en Cerritos. También se interceptaron llamadas, se rastrearon vehículos y se cruzó información financiera que permitió reconstruir su red de apoyo.

En la mansión encontraron armas y camionetas de alta gama - crédito Policía nacional

El día del operativo, agentes de la Dirección de Antinarcóticos y de la Interpol llegaron a la zona de forma silenciosa. Divididos en tres grupos, ingresaron por distintos puntos para evitar una posible fuga. El operativo se realizó durante la mañana, con un ingreso coordinado y silencioso a la vivienda. Al momento de la captura, el narcotraficante no opuso resistencia. Tampoco dijo una sola palabra. La escena fue grabada por las cámaras de los uniformados, como parte del protocolo.

En el interior de la vivienda había cinco camionetas, un arma corta con municiones, relojes de lujo y documentos falsos. El lugar, rodeado de árboles y protegido por cercas eléctricas, parecía un refugio impenetrable. Sin embargo, la tecnología y la paciencia de los agentes permitieron concretar la detención sin riesgos.

El rol de su pareja y el futuro judicial del capo

Aunque no existe una acusación formal contra su esposa, las autoridades han comenzado a investigar el papel de Alba Lucía Giraldo en el ocultamiento del patrimonio de su esposo. Ella figura como la representante legal de los negocios familiares, pero no está claro si conocía la magnitud de las actividades ilícitas del capturado. En años anteriores, la pareja viajaba con frecuencia a ciudades cercanas como Manizales y Armenia, siempre manteniendo el mismo bajo perfil.

Alias Toro fue capturado en una gran mansión - crédito Policía Nacional

El ‘Paisa’ será extraditado al Perú, donde se enfrenta a serias acusaciones por tráfico ilícito de drogas, lavado de activos y por pertenecer a una organización criminal. Según las autoridades, coordinaba envíos de cocaína por vía marítima y mantenía vínculos con mafias europeas. Su nombre ya figuraba en expedientes fiscales desde hace más de una década, pero logró evadir a la justicia y permanecer oculto hasta que fue localizado en Colombia.

La mansión donde vivía hoy está bajo custodia. Los vecinos, sorprendidos por la noticia, no pueden creer que aquel “empresario amable” con el que cruzaban saludos cada mañana haya sido en realidad un prófugo internacional.