“Lo que yo trataba era de que amaran la música y a través de la canción se hace todo” dijo Marita Marsch

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El pasado domingo recibió la distinción “Yvonne Trillia de Leschot” en un acto muy emotivo que se desarrolló en el Mercado de las Artes “Jorge Luis Borges”. Fue un reconocimiento a su trayectoria en la docencia y en la música, a su acompañamiento y comprensión que dejó huella en cientos de estudiantes de nuestra ciudad.

Marita Marsch dedicó, el domingo, la distinción que recibió a todas las mujeres de nuestra ciudad y a las que están luchando y trabajando en Bahía Blanca, tratando de salir adelante tras el temporal sufrido días atrás: “Toda la vida hemos sido solidarias entre unas y otras y eso yo lo aprendí en la escuela porque todas las maestras éramos mamás, amas de casa y nos costaba el cotidiano. Aprendí en un trabajo con muchas mujeres que a todas les pasaba lo mismo que a mí y nos hicimos solidarias” dijo, recordando en su mamá los inicios de su recorrido: “Empieza lo innato en mí y lo que ella volcó. Lo más importante que dejó fue trabajar para ser libre, siempre para poder hacer lo que quería. Ella me enseñó eso y yo se lo inculqué a mis hijas. Me encanta que las mujeres trabajen y sean independientes económicamente”, asegurando que no fue sólo su mamá, sino también compañeras del trabajo, sus hermanas y amigas.

Por otro lado, señaló Marita que todo se genera por una causa, que las cosas, las vivencias y situaciones no se dan por casualidad: “Siempre hay algo alrededor nuestro que va logrando eso. Lo contextual y las personas que nos impulsan y enseñan”.

Y agregó que ella aprendió mucho de las maestras jardineras. Marita era maestra de grado y profesora de piano, pero aseguró siempre que “la jardinera tiene algo especial y cuando me ofrecieron horas de Jardín y de Primaria fue la época más hermosa de mi vida porque me he reído todos los días en todas las horas de música. Eso fue maravilloso y tengo recuerdos hermosos de la escuela” aseguró, confiando que “todo es juego”.

En ese sentido, y dejando reflejada su pasión por la música, Marsch confió: “Lo que yo trataba era de que amaran la música y a través de la canción se hace todo. No todos pueden tocar un instrumento, pero todos podemos cantar”. Lo dijo agregando cuán importante es la música para abordar y poder trabajar a través de las emociones, señalando la sensibilidad que gesta la música y el canto y cuánto une una melodía: “La que vale es la música” cerró.