El programa con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el monto que va a desembolsar en la Argentina ya está definido, tras las conversaciones entre el staff y el Gobierno, y solo resta la aprobación del board. Así lo confirmó este viernes por la mañana en LN+ el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, quien justificó que emitirán un decreto en el que incluirán el pacto definitivo y no lo enviarán al Congreso como proyecto de ley, tal como informaron el jueves desde la Casa Rosada, porque este es un caso de “necesidad y urgencia”, y el kirchnerismo lo iba a retrasar.
Además, el ministro de Javier Milei indicó que el organismo jamás pidió una devaluación y aseguró que tampoco de acá hacia adelante se producirán “cimbronazos” en el tipo de cambio debido a que, según ratificó, escasearán los pesos.
Tras la reacción negativa de una parte de la oposición, que esperaba que desde Balcarce 50 giraran al Palacio Legislativo el detalle de lo que se va a firmar con el FMI, Caputo se mostró indiferente. “Si algo podemos justificar que es de necesidad y urgencia es esto”, dijo para respaldar la decisión comunicada desde la Oficina del Presidente, en cuanto a que se va a publicar un decreto, que tiene fuerza de ley, y que solo quedará sin efecto si logra el rechazo de ambas cámaras, que tampoco están obligadas a tratarlo. Al contrario, si había un proyecto del Ejecutivo girado al Congreso, tanto Diputados como Senadores tenían que dar el visto bueno para recién ahí transformarse en ley.
“La gente quiere salir de las restricciones cambiarias, tener mejores salarios… Seamos francos: si mandábamos esto a las dos cámaras, donde en el Senado hay mayoría kirchnerista y el kirchnerismo quiere que al país le vaya mal, se iba a demorar y mucho. Y no es un tema que se puede demorar y mucho, no podemos estar dando vueltas, es lo mejor para la gente. Hay necesidad y urgencia en esto”, indicó.
En la Argentina, la Ley de Fortalecimiento de la Sostenibilidad de la Deuda Pública sancionada en 2021 establece que todo programa de financiamiento u operación de crédito público realizados con el FMI, así como también cualquier ampliación de los montos de esos programas u operaciones, requerirá de una ley del Congreso que lo apruebe expresamente. Eso es lo que ahora se le achaca al Ejecutivo, debido a que la legislación no establece que el proceso sea a través de un DNU.
Por su parte, Caputo comentó que ellos vinieron “a cumplir un mandato” y no a “perpetuarse en el poder”, y alegó que están “haciendo todo al pie de la letra”, pese a este distanciamiento de la legislación vigente. “Pasó todo lo que dijimos, eso nos dio credibilidad. Hay un sector que quiere ponerse en contra de lo que eligió la sociedad, supongo que pagarán las consecuencias porque hoy la gente está contenta con lo que votó”, sostuvo, siempre contra la terminal K y sus aliados.
En tanto, Caputo evitó todavía confirmar cuál es el monto acordado. Dijo que de momento es confidencial. “Están definidos el programa y el monto. Hemos modelado muchos escenarios para aprobarlo, el staff estuvo de acuerdo y ahora lo manda al board, que decide si le pone el gancho”, adelantó, sin embargo.
Al igual que su jefe Milei, y de vuelta en contra de los economistas que anticipan una devaluación, Caputo negó que esa haya sido una exigencia del Fondo y dijo que tampoco prevé saltos pronunciados en el tipo de cambio para este año. “Siempre digo que nos escuchen a nosotros porque la realidad es que no hemos hecho otra cosa que decirles la verdad. Algunos colegas, o que se venden como que tienen información, lo único que hacen es confundir. El Fondo nunca nos pidió devaluación. El programa lo teníamos definido con el FMI en lo básico desde hace bastante, este último tiempo fue más de definir cuántos fondos nuevos se iban a requerir para mejorar los activos del Banco Central y que haya respaldo acorde al nivel de pasivos. Eso fue lo que llevó el último tiempo de la negociación”, comentó.
Dijo, incluso, que la “robustez” del programa libertario hace que no cambie “en nada” la política cambiaria que se está implementando desde la Casa Rosada. “Tener tan controlada la cantidad de pesos hace que pueda haber un poco de volatilidad en el tipo de cambio, pero no puede haber un cimbronazo porque, para que pase eso, tiene que haber una determinada cantidad de pesos. Y cada vez hay menos pesos. Y cada vez va a haber más dólares. Eso va a permitir salir del cepo sin que haya ningún problema”, marcó Caputo.
Siempre en defensa de la estrategia que emana desde su cartera, el ministro aseveró que este es un programa “absolutamente diferente” a cualquier otro que haya sellado el FMI con la Argentina porque se logró el equilibrio fiscal y se sobrecumplieron las metas que había fijado el organismo. “Para los que piden una devaluación, ¿quieren seguir devaluando? La Argentina tiene récord mundial de devaluación y estamos peor que nunca”, insistió e inmediatamente aclaró: “Estábamos peor que nunca”. En ese sentido, contó una frase que -según su versión- pronunció la número dos del FMI, Gita Gopinath, en la última reunión virtual. “Ojalá tuviéramos más países como la Argentina”, habría pronunciado la subdirectora gerente del Fondo.
Además, como en otras oportunidades, Caputo utilizó el vericueto discursivo de que el desembolso “no implicará más deuda”, sino un intercambio. “Implica nuevos fondos. En el activo, el Banco Central tiene respaldando los pesos con unos bonos del Tesoro, unas letras intransferibles; ‘papelitos de colores’, dirán algunos. Nosotros con los dólares del FMI vamos a recomprar esa deuda del Tesoro, en poder del Banco Central, y la vamos a liquidar, la tachamos, matamos esa deuda. Entonces, por un lado estamos reduciendo deuda y por otro estamos tomando deuda con el Fondo. En el neto no aumenta la deuda, pero mejora la calidad de balance, porque en vez de haber ‘papelitos de colores’ respaldando esos pesos, hay dólares”, planteó.