Para muchas personas, las mascotas son más que simples animales de compañía: son parte de la familia. Con el paso del tiempo se crean lazos profundos con sus dueños y llenan los hogares de amor. Por ello, enfrentarse a su partida puede ser una experiencia muy dolorosa para todos sus seres queridos.
Cuando las mascotas llegan a una edad avanzada o padecen enfermedades terminales, sus cuidadores deben tomar la decisión de dejarlas ir y, muchas veces, se genera la duda de si es la decisión correcta. La eutanasia busca proporcionarles a los animales una despedida digna, en paz y sin dolor. Sin embargo, reconocer cuándo es el momento adecuado requiere una evaluación cuidadosa de su calidad de vida por parte de los expertos.
Según la American Humane Society, hay ciertos signos que pueden indicar que una mascota está sufriendo y que su bienestar se encuentra comprometido. Entre ellos se destacan:
- Dolor crónico que no puede ser aliviado con medicamentos.
- Pérdida de interés en actividades que antes disfrutaba, como jugar o interactuar con la familia.
- Pérdida de apetito, en especial si el animal solo come cuando se le obliga.
- Vómitos o diarrea frecuentes, lo que puede provocar deshidratación y una drástica pérdida de peso.
- Dificultades para moverse, que afectan su capacidad para caminar o levantarse sin ayuda.
- Problemas respiratorios persistentes, que pueden indicar un deterioro grave de su salud.
Los veterinarios son los profesionales mejor capacitados para evaluar estos síntomas y asesorar a los dueños sobre la mejor decisión para su mascota. En algunos casos, pueden determinar que la eutanasia es la mejor opción cuando el sufrimiento del animal es evidente y no hay posibilidades de recuperación. Pero, en otras situaciones, la decisión recae en los dueños, lo que puede generar sentimientos de culpa e incertidumbre.
Si se toma la difícil decisión de practicar la eutanasia, es importante planificar el proceso para que sea lo más respetuoso y tranquilo posible. Los especialistas recomiendan que todos los miembros de la familia tengan la oportunidad de despedirse. En el caso de los niños, se aconseja explicarles la situación con un lenguaje adecuado a su edad y permitirles expresar sus emociones al respecto. Para muchos infantes este suele ser el primer contacto con la muerte, por lo que se los debe comprender y ayudar a transitar el duelo.
Algunos veterinarios ofrecen la opción de realizar el procedimiento en el hogar, lo que permite que la mascota se sienta en un entorno familiar y cómodo. Para quienes optan por acudir a una clínica, los veterinarios suelen explicar en detalle cómo se llevará a cabo el procedimiento, lo que permitirá estar preparado.
La eutanasia consiste en la administración de una sobredosis de un anestésico llamado sodio pentobarbital, que induce una pérdida de conciencia rápida y sin dolor. En algunos casos, primero se suministra un sedante para relajar al animal antes de la inyección final. Una vez administrado el medicamento, la muerte ocurre en pocos minutos de manera indolora.