Las dos nuevas intervenciones que lanzó Cristina Kirchner en el Partido Justicialista agitaron aún más la interna peronista entre sus aliados y sus críticos. En Salta y Misiones se resisten a ceder ante la avanzada de los enviados de la presidenta del partido y prometen judicializar sus respectivas situaciones.
Quienes defienden la intervención, en cambio, acusan a las autoridades desplazadas de apoyar al presidente Javier Milei y de haberse desmarcado de la línea de Unión por la Patria.
Los que resisten la intervención planean presentarse ante la jueza María Servini, magistrada de la Capital Federal con competencia electoral, que el año pasado falló a favor de Cristina Kirchner al confirmar la exclusión del gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, de la elección del partido.
Con las incorporaciones de Salta y Misiones, son cuatro las delegaciones provinciales del peronismo intervenidas en los últimos meses. La intervención del PJ de Jujuy se prorrogó hasta noviembre de este año por superposiciones con el calendario electoral provincial y deja como resultado que el peronismo competiría dividido en dos sectores en los comicios del 11 de mayo, donde se elegirán legisladores provinciales y municipales.
La intervención en Corrientes, en tanto, finalizó y habrá elecciones internas el domingo 9 de marzo (hubo unidad a nivel provincial y conducirá el PJ la exsenadora camporista Ana Almirón, pero habrá internas en 19 municipios). Fueron interventores Teresa García (jefa del bloque de senadores bonaerenses de Unión por la Patria) y Máximo Rodríguez (concejal en Tres de Febrero). Las intervenciones en Corrientes y Jujuy son de vieja data, anteriores al regreso de Cristina al frente del PJ.
En Jujuy, actúan como interventores Aníbal Fernández (exministro de Seguridad) y Gustavo Menéndez (intendente de Merlo). Cristina Kirchner recibió el miércoles pasado, en el Instituto Patria, a sectores del PJ de Jujuy referenciados en dirigentes como Leila Chaher, Rubén Rivarola y Guillermo Snopek.
La diputada Chaher dijo a LA NACION: “Es una foto inédita. Desde 2015, cuando perdió la provincia, el peronismo jujeño viene con peleas. Es una representación del 85 o 90% del peronismo provincial que entiende que la conducción es Cristina”. Por fuera de este sector está Carolina Moisés, senadora nacional, que presentó un recurso judicial contra la intervención y podría armar un frente propio, según se especula en Jujuy.
El PJ de Salta, en tanto, rechaza la intervención. “Es una medida arbitraria y revanchista de Cristina. Vamos a presentarnos ante la jueza Servini. Dicen que los legisladores salteños no votan con Unión por la Patria. Con ese criterio, tendrían que intervenir Córdoba, Tucumán y Catamarca”, afirmó a LA NACION Antonio Hucena, secretario general del PJ de Salta, que recibirá como interventores a Sergio Berni (exministro de Seguridad bonaerense y militante del kirchnerismo desde sus inicios en Santa Cruz) y María Luz Alonso (dirigente de La Cámpora de estrecha relación con Cristina).
“En Catamarca, el PJ lo maneja [Lucía] Corpacci; en Tucumán, [Juan] Manzur”, puntualiza Hucena. Tanto Corpacci como Manzur son aliados de Cristina. “Y hace 20 años que el PJ de Córdoba lo conduce [Juan] Schiaretti y no se le animan”, completa. Argumenta que los legisladores salteños del PJ (que integran el bloque Innovación Federal) “votaron leyes por Salta, como el RIGI, pero se opusieron a otras, como el tema de las universidades”. Y resalta: “Nuestras posturas han estado en función de Salta y no de la agenda de Máximo Kirchner”.
Salta tendrá elecciones provinciales el 11 de mayo y Hucena asevera que formarán “un frente” para ir a competir. “Los peronismos provincialistas se van a organizar y Cristina se quedará con el sello”, subraya. “Salta le dio 6000 avales a Quintela; Cristina tuvo 200 avales de La Cámpora en Salta”, apunta.
Las figuras principales del kirchnerismo duro en Salta son el diputado Emiliano Estrada y el senador Sergio Leavy. El PJ provincial respalda al gobernador Gustavo Sáenz, que muestra cercanía con Milei. Las autoridades del partido intervenido critican a Estrada (integra el consejo partidario que conduce Cristina) y a los interventores designados.
Dentro del PJ nacional admiten que la intervención del partido en Salta “es la más flojita”. El motivo “es el apoyo de legisladores a leyes trascendentes del Gobierno”, argumenta una fuente bien informada sobre la vida interna del partido.
En el caso de Misiones, en el partido nacional afirman que la razón de la intervención también es el apoyo de legisladores a Milei, pero agregan que “el PJ no participó de las elecciones anteriores y, si eso se repite, se pierde la personería”. Los interventores designados son Gustavo Arrieta (exintendente de Cañuelas, entre otros cargos) y Máximo Rodríguez, que repite el rol que tuvo en Corrientes.
El PJ misionero tiene como secretario general al diputado nacional Alberto Arrúa. “No hay motivos para la intervención. El partido tenía miles de irregularidades, que en dos años subsanamos. Nuestros mandatos terminan en noviembre”, indica a LA NACION. “Apoyamos a Quintela, presentamos avales para su candidatura”, remarca, en coincidencia con el alineamiento interno del PJ salteño con el rival de Cristina Kirchner.
Sobre la pérdida de la personería, Arrúa responde: “En 2021, se participó en las elecciones nacionales y provinciales. En 2023, en provinciales y no en nacionales. Para las elecciones de 2025, ya hicimos reunión de consejo y de congreso para diagramar el trabajo”.
“Nos vamos a presentar con un incidente de nulidad y un recurso de amparo ante Servini”, adelanta Arrúa, que fue uno de los diputados misioneros que votaron proyectos del Gobierno, como la Ley Bases. “No tenemos relación con el gobierno nacional. Yo no fui electo por Unión por la Patria, ellos confunden a conveniencia. Soy diputado por el Frente Renovador de la provincia”, indica para remarcar su pertenencia al sector del exgobernador y hombre fuerte de la política misionera, Carlos Rovira.
“Sacamos una declaración que molestó, dijimos que, como PJ de Misiones, íbamos a decidir quiénes iban a estar en las listas de los frentes nacionales. El ‘porteñocentrismo’ se queda sin la lapicera”, sostiene Arrúa. En Misiones, el kirchnerismo tiene como una carta significativa a la exdiputada Cristina Britez.
Tanto en Salta como en Misiones, se quejan de que las intervenciones no hayan pasado por el congreso partidario, que conduce el gobernador de Formosa, Gildo Insfrán. Las dos intervenciones se declararon ad referéndum del congreso.
